Considero también, que esto es otra prueba del doble discurso, porque MORENA no se puede vender como un Partido en donde solo el pueblo puede salvar al pueblo, cuando entre sus filas milita el expriísta Evaristo Hernández Cruz, acusado como corrupto en el pasado proceso electoral por AMLO.
Por José Pablo Balandra / @PabloBalandra
Son pocas las figuras políticas que resultan tan polémicas ante los ojos de la sociedad, Andrés Manuel López Obrador es una de ellas, y es que AMLO es un tipo que da declaraciones “contundentes” al sistema, sin embargo considero que muchas de ellas no están fundamentadas en argumentos y más aún, que él mismo cae en lo que tanto critica: el doble discurso.
Quisiera para esta columna destacar dos hechos que han dado lugar en las últimas semanas. El primero de ellos es el famoso “perdón” a priístas que decidan renunciar a su afiliación y se arrepientan del mal que han hecho, para ingresar a MORENA.
Creo que el señor Andrés Manuel no ha dimensionado lo que ha dicho, aunque debemos de aceptar que el transfuguismo político es una realidad, pero no ha dimensionado porque al decir esto implícitamente lleva la idea de que: la única manera de vencer al PRI, es por medio del mismo PRI. Caso similar el que padecemos en Puebla con el actual gobierno del estado.
Considero también, que esto es otra prueba del doble discurso, porque MORENA no se puede vender como un Partido en donde solo el pueblo puede salvar al pueblo, cuando entre sus filas milita el expriísta Evaristo Hernández Cruz, acusado como corrupto en el pasado proceso electoral por AMLO.
El segundo hecho es la declaración que dio respecto al nuevo avión presidencial, que de llegar a la presidencia vendería toda la flotilla de aeronaves del gobierno federal. Me parece que si bien representa una cantidad de dinero importante y que muchos de la clase política viven con lujos extravagantes, la propuesta de Andrés Manuel raya en la ingenuidad, porque pareciera que AMLO está más preocupado por lo que los ricos y poderosos hacen y no lo que los pobres e indefensos padecen. Pareciera que el problema no es la gran cantidad de pobreza en el país, si no el despilfarro de la minoría.
Reitero, el exceso y despilfarro no es justificable y debe ser castigado, pero para aquel que aspira a gobernar una nación debe tener en cuenta que la propuesta va más allá de sólo quitar y repartir. AMLO debería proponer un esquema de Nación, el cuál no se ha visto y dudo mucho que lo vayamos a ver.
