La pobreza en los pueblos indígenas ha disminuido, pero el rezago y la desigualdad no han mejorado.
El Banco Mundial presentó su informe “Latinoamérica Indígena en el Siglo XXI” mismo que aporta datos sobre la situación de nuestros pueblos originarios en todo el continente.
El reporte reconoce que durante la primera década de este siglo XXI la pobreza en los pueblos indígenas ha disminuido, pero el rezago y la desigualdad no han mejorado. Aun así los datos siguen siendo alarmantes, la pobreza afecta al 43% de los hogares indígenas, y el 24% vive en condiciones de pobreza extrema.
Al final de la década pasada se estimaba que en América Latina existían alrededor de 42 millones, mismos que representaban el 7.8% de la población. México es el país que presenta la población más numerosa de indígenas en el continente, al ultimo censo realizado en el territorio, se tenían estimados más de 16.83 millones. A pesar de ello, en México, este segmento de la población solo representa el 15% de la población total, muy diferente a Guatemala, donde los pueblos indígenas representan 4 de cada 10 personas que habitan esa nación.
A pesar de que los territorios de los pueblos originarios son reconocidos como referente en materia de continuidad histórica, identidad y autodeterminación, en México la falta de apoyo al campo y a los medios de subsistencia tradicionales han provocado un éxodo masivo de personas que abandonan sus lugares de origen para transportarse a la zona urbana. En el país el 54% de la pobalación indigena vive en zonas urbanas. Sin duda también la falta de acceso a los servicios básicos es uno de los factores que influye a estas movilizaciones masivas hacia zonas con mayor desarrollo.
Al respecto de los servicios, vale la pena destacar que nuestro país tiene el mayor porcentaje de cobertura eléctrica en América Latina, superior al 91% en poblaciones rurales, un dato que contrasta con el 24% de Panamá, en acceso al agua potable se tiene una presencia de 71% y de 48% en acceso al alcantarillado, estos datos una vez más refiriéndose solo a zonas rurales.
El gran reto como nación para abatir el rezago y la desigualdad de los pueblos indígenas en México sigue siendo en materia educativa, donde se siguen presentando cifras alarmantes. En zonas rurales solo el 42.8% tiene educación primaria, el 5.3% educación secundaria y el 0.7% educación terciaria, que comparados con las zonas urbanas las diferencias son abismales.
Este tipo de reportes, como el elaborado por el Banco Mundial, más allá de ser únicamente instrumentos estadísticos, debe contribuir en enorme medida para que el Gobierno Federal en conjunto con los gobiernos locales, enfoquen sus esfuerzos para disminuir la brecha que existe entre nuestros pueblos originarios.
