Es la simpleza la que nos permite darnos cuenta que las cosas que suceden en nuestro mundo son capaces de ser entendidas hasta por el más pequeño, y que incluso la mayoría de las veces, son los niños quienes hacen las mejores reflexiones.
Por Emilio Zunzunegui / Fanmazing
Mafalda es uno de los personajes más queridos en Latinoamérica, no sólo por su enorme carisma, sino también por su sentido agudo y crítico de la realidad en la que se encuentra sumergido el mundo.
Creo que hablar de Mafalda es algo obligatorio, y si bien, el personaje se puede decir que es bastante popular, no todas las personas están familiarizadas con ella. Es importante acercar a Mafalda a tanto público como sea necesario, tanto niños como adultos, ya que sus enseñanzas realmente encaminan a la construcción de una mejor sociedad.
Fue en el año de 1962, que el humorista gráfico Quino fue contratado para crear una tira cómica con la finalidad de promocionar una serie de electrodomésticos introduciéndolos en los dibujos de manera sutil. Fue así como surgió el primer antecedente de Mafalda. Una familia compuesta por un padre, una madre y dos hermanos, una nena y un nene. Si bien, los padres guardaban semejanza con los que posteriormente serían los padres de Mafalda, el hijo no tenía similitud alguna con ninguno de los personajes que más adelante se utilizarían. La niña, en cambio, era la primera versión de lo que más adelante daría como resultado a Mafalda.
La tira no fue aceptada al inicio, ya que se rechazó ese tipo de publicidad. En 1964, se empieza a publicar la tira de Mafalda en la revista Primera Plana. Más adelante, la tira saldría en otras publicaciones como El Mundo y Siete Días Ilustrados.
Si bien, los dibujos que emplea Quino parecieran ser bastantes simples, son perfectos para retratar la simpleza con la que los niños ven nuestro mundo. Pero no es una simpleza vacía, al contrario, es la simpleza que simplifica, la que nos permite darnos cuenta que las cosas que suceden en nuestro mundo son capaces de ser entendidas hasta por el más pequeño, y que incluso la mayoría de las veces, son los niños quienes hacen las mejores reflexiones.
Algo que me sigue sorprendiendo, es que si bien Mafalda ya tiene varias décadas desde su primera aparición, sus reflexiones son aún válidas y aplicables a las problemáticas que ocurren hoy en día, por lo que uno puede identificarse sin problemas con cada uno de los personajes.
Mafalda es todo un universo, es la sociedad en sí. No es sólo la niña, sino todo lo que está a su alrededor. Su familia de clase media, compuesta por su padre trabajador que se destruye el lomo para traer la plata a la casa, su madre ama de casa que es la línea que Mafalda quiere superar, y su hermano Guille, tan inteligente como su propia hermana, que brinda una mirada inocente pero a la vez brutal y honesta de lo que sucede en su entorno.
Y los amigos de Mafalda representan de gran manera las fortalezas y debilidades de los diferentes entes de la sociedad. Su amigo Felipe, un muchacho de buenísimas intenciones, pero que casi siempre es superado por el miedo, la pereza y la vergüenza.
Manolito, hijo del dueño de un almacén, el cual tiene un buen corazón pero que desde tan temprana edad piensa que lo más importante es el dinero y tiene una mentalidad bastante conservadora.