Una pregunta sin respuesta (aún…)
ante la barbarie que aún hoy vivimos (morimos), yo siempre regreso a esa pregunta y no puedo evitar que el desánimo y el absurdo me sobrecojan. Pareciera que de pronto el mundo ya no es digno de la palabra, que actos tan viles como estos no tienen otra posible réplica más que el silencio perpetuo