Por Renata Bermúdez / @Renbyh
Hace algunos años hubo una presentación de Gianfranco Pasquino en mi universidad, en ese tiempo, estaba en discusión la reforma electoral que dio paso a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, misma que promueve las candidaturas independientes. Recuerdo que uno de mis profesores preguntó (palabras más o menos) si la democracia con candidatos independientes puede suplantar a los partidos; Pasquino respondió que la democracia sin partidos es imposible, porque eventualmente, los candidatos independientes se unirían para hacer un partido de candidatos independientes.
Pero, ¿qué es un partido político? Sartori lo definió como “cualquier grupo político que se presenta a competir en elecciones y que puede colocar mediante ellas a sus candidatos en cargos públicos”, otros autores agregan características como: ideología e intereses, elaboración de políticas públicas o también, búsqueda de élites.
¿Por qué les comento esto?, porque la semana pasada mientras trabajaba, una persona llegó a mí con la app del INE para firmar por la candidatura ciudadana de Enrique Cárdenas, le comenté que no estaba a favor del movimiento Sumamos porque, desde mi punto de vista, parece que buscan constituirse como un partido político, también recordé que cuando presentaron la plataforma, mencioné lo mismo que Pasquino en Twitter, a lo que un aspirante a a diputado local contestó diciendo: no somos un partido político, somos un movimiento, sin embargo, como creo en la competencia democrática acepté dar mi firma.
Terminó de capturar la información y minutos después, esta misma persona me presentó a la esposa de Cárdenas y me pidió repetir el comentario, lo hice y obtuve como respuesta “Sí, estamos buscando constituirnos como un partido porque el esfuerzo de juntar las firmas es mucho, pero con una rotación de puestos para evitar la corrupción y los vicios de los partidos”.
Y entonces, ¡bam! ¡PASQUINO TENÍA RAZÓN! La democracia requiere de grupos que pugnen por el poder como vehículos para los candidatos, que tengan intereses e ideología común, legitimados a través del voto popular para el ejercicio exclusivo del uso de la fuerza.
La esposa de Cárdenas reconoció que falta mucho para que puedan juntar el total de las firmas, ya que la gente cada día tiene menos participación política, no están conscientes de que una firma no compromete el voto, pero sí suma a la competencia electoral. Si bien, no soy fan del movimiento Sumamos, es importante reconocer el esfuerzo que están haciendo para generar espacios de participación y competencia. El punto vertebral de esto, es que algún día, los ciudadanos dimensionemos el valor que tiene nuestro voto y nuestra participación, para que entonces, podamos ejercerlo de manera comprometida y consciente.
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