Esperanza

Germinó la esperanza

¿Esta sociedad buscará incidir activamente en la política después del desastre?, debemos salir fortalecidos y no nos debemos soltar.

De nuevo el miedo… de nuevo la esperanza

De nuevo pienso que debemos romper con la estrategia del miedo que el poder propone para legitimar su tormenta. Debemos romper actuando con nuestra digna rabia, nuestra impaciente esperanza y nuestro legítimo grito de rechazo hacia lo que es injusto, hacia lo que no nos deja existir como queremos. Debemos ir más allá del odio, encontrar en las calles, en el otro, en nosotros, de nuevo la esperanza.

La larga travesía del miedo a la esperanza

¿Por qué hablar de esperanza? Por que el miedo sigue estando presente en nuestra cotidianeidad y también en nuestra alma. Porque el problema no es simplemente el sistema opresor que padecemos, sino el tirano que todos llevamos muy adentro; no es solamente el temor que nos infunda la violencia, sino también el miedo que todos llevamos dentro y que nos paraliza

La imaginación al poder

De este lado también hay sueños. Y los sueños, y los clamores, y la rebeldía y la rabia, y la dignidad, y las esperanzas, escapan a los formatos herméticos de pliegos petitorios, oficios estructurados, discursos plásticos y artificiales. De este lado buscamos hablar otros idiomas, otros lenguajes, otras formas. No por capricho, sino por que la realidad y su complejidad exige que la develemos desde otra óptica ya no tan gastad y opaca.

La generación que dejó de soñar

Estamos tan acostumbrados a buscar la aprobación de los demás que se nos olvida vivir nuestra vida, pienso que, si todas las personas hicieran realmente lo que aman, el mundo sería un lugar diferente, quizás no perfecto, pero las personas pondrían más empeño en lo que hacen, dejarían de quejarse y el resultado sería magnífico.