Libertad

El cuerpo y su soberanía

Somos seres limitados: nacemos con determinada fuerza, con cierta talla, y ya está: podremos ser ingenieros, escritores, futbolistas, corredores. Pero esa, claro, es otra cosa.

Caminar juntos

Me decían que no tenían idea en qué iba a terminar lo que se había iniciado, pero que tenían la esperanza de que algo bueno iba a salir de todo esto. En estos momentos, lo único que a mí me quedaba claro era que, lo que los mantenía de pie era su fe y la esperanza de que caminaban juntos en su lucha; que la violencia y la injusticia no tenían la última palabra.

El precio de la libertad

Ironía es cuando no puedes desafiar al sistema judicial y la única salida viable es pagar por tu libertad, así sea renunciando a ella unos años.