Actualmente en Puebla existen espacios —entre ellos Hombres de Cuidado— que buscan derribar la idea de que sólo hay una forma de ser hombre: La que no expresa sentimientos y en muchos casos violenta.
Los roles, las normas y las prácticas de género impuestos socialmente a los hombres refuerzan la falta de autocuidado y el abandono de su propia salud física y mental.
Desde hace 40 años, la calidad del semen occidental no ha parado de empeorar. La concentración de espermatozoides por eyaculación ha descendido un 59 %. Cada vez más hombres precisan ayuda médica para ser padres.