Un mundo donde quepan muchos mundos

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Por Roberto Longoni / @Galleta27

A los dueños de las buenas conciencias, monopolizadores del moralismo chafa y supuestos profetas de lo supuestamente “natural” no les gusta la historia. O más bien sí les gusta, pero la historia acomodadiza, mediocre, libre de variaciones o tensiones, monótona: ahistórica pues. En sus manuales no cabe la utopía, la pluralidad; mucho menos el amor multiplicado, hecho carne y pasión de hombres y mujeres; y hombres-hombres, mujeres-hombres, hombres-mujeres, trans, bi, inter, pan y tantas otras formas de seguir nombrando aquello que sí reside en lo más hondo de nosotros, la amorosa rebeldía de pensarnos y ser de miles e infinitas formas distintas.  

Para estos falsos profetas todo debe ser plano, unívoco, equivalente, deshumanizado. (¡Exacto! Que hueva) Se comportan como fariseos condenando y juzgando en nombre de un crucificado al que supuestamente siguen, clavándolo en una totémica cruz inhumana y poniendo en su boca falsas normas, juicios contrarios a su radical y rebelde predicar a orillas del mar, junto a los pobres y los excluidos, jamás dentro de una Universidad o detrás de un escritorio. ¿Qué no es el amor radical, más allá de cualquier cosa, lo que se nos enseñó en el pasional Gólgota; en el sufriente jardín de Getsemaní?... ¿Con qué cara se condena y discrimina que el mundo esté lleno de colores?

Contra la mirada miope de algunas instituciones contra-educativas, la mirada policroma que entiende y aprende el mundo en todos sus matices.

Contra el discurso retrogrado de “lo natural”, nuestra más intima y trascendente esperanza de que la única naturaleza humana es la solidaridad, amorosa y plural.

Contra el odio vertido en discursos, comunicados escondidos detrás de retóricas medievales y madrugadas (que de igual manera algunos vigilamos), contra-pensamientos reaccionarios y anacrónicos, nuestra más sutil y frontal crítica cuyo fundamento es el amor, la pasión, los sueños y la vida misma.

Contra el silencio, todas las voces. Contra el miedo, la esperanza. Contra lo uno, lo múltiple.

Contra el mundo supuestamente dado e impuesto, donde ninguno de nosotrxs cabe; ¡UN MUNDO DONDE QUEPAN MUCHOS MUNDOS!

Sobre el comunicado de universidades contra el matrimonio igualitario.

Por Pablo Emmanuel Aguilar / @PabloE_9

“El comal le dijo a la olla” dice un viejo dicho popular. Y esto porque desafortunadamente el pronunciamiento de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) contribuye más a los mencionados tiempos aciagos y al atropello a los derechos humanos de forma negativa que de forma productiva.

Manifiestan tener conocimiento de que para construir una mejor sociedad es necesario una amplia consulta ciudadana, como por ejemplo la amplia consulta ciudadana que UPAEP realizo en la comunidad universitaria, de antemano me disculpo por el sarcasmo.

Hace no más de un año, el mismo Papa SS Francisco dijo “Los tiempos cambian y los cristianos tenemos que cambiar continuamente. Tenemos que cambiar firmes en la fe en Jesucristo y en la verdad del Evangelio, pero nuestro comportamiento tiene que moverse continuamente según las señales de nuestro tiempo”, la misma RAE con el paso del tiempo, le otorgo a matrimonio una definición más: “en determinadas legislaciones es la unión de dos personas del mismo sexo…” dando una demostración de que los tiempos cambian y tenemos que cambiar continuamente, su principal argumento de que matrimonio es la unión entre hombre y mujer queda descalificado.

Así como la Universidad tiene muchas preguntas, yo también tengo algunas: ¿es realmente una misión universitaria por parte de UPAEP la búsqueda de la unidad desde la diversidad? ¿Consideran realmente poder contribuir en una legislación? Esto porque tanto en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” como en la “Convención Americana sobre Derechos Humanos” la ley no es clara, menciona que tanto hombre y mujer tienen derecho a contraer matrimonio, en ninguna parte señala como requisito que deben ser las uniones entre personas de diferente sexo, entonces cuestiono: ¿Cuál es el derecho humano “inventado”? Por último, y disculpen por esta pequeña cátedra de Derecho,  nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe, y yo no veo la prohibición al menos en los Derechos Humanos de contraer matrimonio entre personas del mismo sexo.

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