Por Mario Galeana / @MarioGaleana_
En las comunidades cercanas al Popocatépetl y al Iztaccíhuatl, la gente guarda especial respeto hacia una clase de hombre-mago conocido como el tiempero que, según su creencia, puede hablar con los volcanes para provocar la lluvia y asegurar la cosecha de ese año.
Ahora se sabe que la empresa Volkswagen cuenta con un equipo más sofisticado utilizado exactamente para provocar lo contrario, es decir, para que no llueva en la zona en donde se encuentra su fábrica de automóviles y en una bodega en donde suelen almacenar algunos de ellos.
Los llaman “cañones antigranizo” y se encuentran instalados de manera vertical, apuntando hacia el cielo. Dos de ellos se encuentran al interior de la planta armadora ubicada en Cuautlancingo y uno más se encuentra en un estacionamiento construido en la junta auxiliar de la Resurrección.
El uso de estos dispositivos ha sido denunciado por 300 campesinos que aseguran que la falta de agua en sus terrenos se ha traducido en la pérdida de 2 mil hectáreas y alrededor de 70 millones de pesos.
La empresa automotriz ha argumentado que, por granizo, el año pasado perdieron alrededor de 20 millones de dólares, que equivale a alrededor de 383.4 millones de pesos.
El gobierno del estado ha solicitado a Volkswagen suspender el uso de este tipo de dispositivos en tanto no se analice su impacto en el medio ambiente, pero fue el mismo gobierno el que aprobó su uso.
La Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) otorgó en abril tres permisos a la VW para poder utilizar los tres cañones antigranizo. La autorización sobre el uso de estos terminar en febrero del próximo año.
Este tipo de cañones no sólo es utilizado por empresas, sino también por los propios campesinos. Pero la UNAM considera que no está científicamente comprobado que puedan inhibir la caída de lluvia y piedras de hielo.
En febrero de este año, Fernando García García, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la máxima casa de estudios del país, dijo que pensar que los cañones antigranizo frenen la lluvia “es un mito, un acto de fe”.
La Dirección General de Divulgación Científica (DGDC) de la UNAM llegó a la conclusión de que “no hay evidencia” de que los cañones antigranizo funcionen.