Por Renata Bermúdez / @Renbyh
Nuestro país ha celebrado este fin de semana los 208 años del inicio de su independencia, gritamos y recordamos que hubo hombres y mujeres valientes que exclamaron una vez: Muera el mal gobierno y años más tarde, nosotros los enaltecemos como los héroes que nos dieron patria y libertad.
Este país me ha dado no sólo una identidad, también me ha dado la motivación para hacerlo mejor, me enseñó que tenemos una cultura migratoria que tiene casi los mismos años de independencia y ahora, me muestra a una minoría, que es la más extensa de todo el mundo: el de las personas con discapacidad. Cuando me dijeron que en Oaxaca había estado un intérprete de Lengua de Señas Mexicana (LSM), no me imaginé cómo podía haber participado, pensé que lo habrían ubicado entre el tumulto de gente, pero al mirar el vídeo, verlo ahí, parado junto al gobernador, diciendo oaxaqueños y oaxaqueñas con sus manos, no pude más que emocionarme y agradecer al amigo que me dio la noticia: ¡gracias Oaxaca porque le has dado una lección a México!
https://twitter.com/AGUSMARTE/status/1041427868394369024
Y es que Oaxaca se ha caracterizado por muchísimas cosas: su multiculturalidad, indigenismo, paisajes mágicos, tradiciones, personas ilustres, pero hoy particularmente está siendo ejemplo de cómo se debe vivir y ver la inclusión, pues nunca había visto a un intérprete de Lengua de Señas parado en el balcón de algún político, porque casi ningún político se ha preocupado por la inclusión a este nivel, pese a que Felipe Calderón tuvo un intérprete en sus 6 años de gobierno, éste nunca estuvo en un Grito de Independencia.
Oaxaca es hoy un bastión para visibilizar la cultura sorda, que espero con ansias se replique en un Grito de Independencia así en el balcón presidencial de Palacio Nacional, incluso en Puebla, que repetimos hasta el cansancio: donde hay un poblano, hay compromiso, y lamentablemente no es visible el compromiso en la inclusión, pues ésta va mucho más allá de Concursos de Canto de Lengua de Señas o Festivales Diversos, que como tarea de visibilización son realmente importantes pero no suficientes.
En el caso poblano, hace 6 años nació del esfuerzo y de la motivación de una comunidad, de un grupo de amigos, la necesidad de empoderarse, de cambiar la realidad temporal para sordos y oyentes, nació la Comisión de Jóvenes Sordos del Estado de Puebla, que son esos poblanos que tienen el compromiso de visibilizar la cultura sorda y a su comunidad, son quienes nos enseñan a los oyentes cómo hablar Lengua de Señas, que se esfuerzan en talleres de canto en LSM, en acompañar a padres de hijos sordos, a apoyar iniciativas de ley en el congreso local que promuevan su cultura y su lengua. Ellos me hacen pensar y vivir en ese México, en el México que nos mostró Oaxaca, que es diverso, multicultural, tradicional, indígena, migrante, donde podemos hablar lenguas diferentes pero que tiene espacios para todos.
Oaxaca me regaló un sueño, me regaló el sueño de ver un intérprete de LSM en el balcón de un político, me regaló el sueño de ver a alguno de mis compañeros de clase dando el grito junto a un gobernante o mejor aún, una persona sorda haciéndolo, una persona sorda tomando las decisiones en una legislatura local o federal, una persona sorda estudiando en cualquier nivel educativo porque tendremos a los suficientes intérpretes para lograr la inclusión educativa, laboral y social.
¡Vivan los héroes que nos dieron Patria!
¡Viva México!
¡Viva la cultura sorda!