Por Marco A. Jiménez / @marcojimenezan
El martes parecería un día normal, pero en el Nido UPAEP se llevaría a cabo un partido de alta tensión. Alrededor de las siete de la noche, aficionados, alumnos y medios de comunicación empezaron a llegar para presenciar el juego de las Águilas contra los Ángeles de Puebla, para ese entonces todavía desconocidos.
Los dos equipos saltaron a calentar a la cancha, el equipo universitario cobijado por los aficionados que en su mayoría eran estudiantes y simpatizantes de la universidad; en la otra mitad, el equipo angelino, que apenas recibía algunos aplausos de las tribunas, se concentraba para el inicio de su último partido de preparación, pues este jueves comienza la temporada para ellos.
Se acercaba la hora de inicio del encuentro y las gradas se fueron llenando hasta el punto de tener a los impuntuales en asiento de primera fila en la duela, pues las tribunas lucían repletas.
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Llenas para apoyar a sus águilas contra “¿quién?”… “¿de qué escuela vienen?”… contra 12 jugadores desconocidos, que inician su camino en la Liga Nacional de Basquetbol Profesional y que tendrán que ganarse un lugar, no sólo en lo alto de la tabla de la temporada, sino en el cariño de los aficionados poblanos que después de siete años sin basquetbol profesional olvidaron que ya está de vuelta.
Desde el principio, impulsados por la afición águila que era mayoría, el equipo local fue atrevido, lo que obligó a los Ángeles a hacer algunos cambios en la defensiva. Después de unos minutos el nuevo equipo poblano tomó posesión de la pelota y tras los cuatro cuartos reflejaron su superioridad con un marcador final 77-53.
Las grandes jugadas y el buen partido animaron a los asistentes que ahora sí recordarán a los Ángeles de Puebla, a los que, aún cuando minutos atrás eran unos extraños, ya les piden dar buenos partidos y mejorar detalles en la defensa para que competir en la liga profesional.
Puntos de vista que también comparte el coach angelino, Pedro Carillo, quien sabe que lo importante es ser competitivos, defenderse bien durante toda la temporada y de ahí conseguir ventajas en ataque para superar a equipos que llegan a tener hasta cuatro veces su presupuesto.
