Por Mario Galeana / @MarioGaleana_
El teléfono suena, incesante, 72 veces al día. Y siempre, en cada una de esas 72 veces, al otro lado de la línea hay una mujer poblana que está pidiendo ayuda, que está gritando: “¡Auxilio! ¡Ayuda!”.
Durante los primeros nueve meses de este año, los teléfonos de emergencia de Puebla han sonado 19 mil 409 veces por incidentes de violencia contra la mujer, abuso, hostigamiento o violación.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) revelan que, en promedio, cada mes se reciben 2 mil 157 llamadas de auxilio de mujeres que son violentadas o abusadas.
Cada llamada de emergencia esconde una historia y cada historia muestra un tipo de agresión. Si se considera sólo incidentes de violencia, en el estado se contabilizan al menos 7 mil 962 llamadas.
Esta cifra -estos gritos de auxilio- ubican a Puebla como la cuarta entidad del país con más registros de llamadas de emergencia por violencia. La Secretaría de Gobernación (Segob) aclara que en esta estadística se condensan las llamadas de “todo acto violento que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos”.
Entre enero y septiembre, en todo el país se registraron 129 mil 875 llamadas de este tipo. El Estado de México, la Ciudad de México y Jalisco son las tres entidades con el registro más grande de enlaces telefónicos por agresiones contra mujeres.
Sin emabrgo, el registro de llamadas es más profuso y esconde un amasijo de delitos en contra de las mujeres.
En los primeros nueve meses del año, por ejemplo, el SNSP también registró 42 llamadas por abuso sexual, 59 por acoso u hostigamiento, 47 por violación, mil 792 por violencia de pareja y -la más numerosa- 9 mil 549 por violencia familiar.
Todo esto esconde el simple sonido de un teléfono que no deja de vibrar: todo un mundo de horror y violencia.
