Su nombre es Patricia Escalante y junto con un grupo de biólogos, veterinarios y habitantes de Los Tuxtlas, Veracruz buscan evitar la extinción de la guacamaya roja en México.
Hace 5 años, en colaboración con Xcaret, la UNAM y la Reserva Ecológica Nanciyaga comenzaron un proyecto para reintroducir a esta ave a su habitat natural. Hasta la fecha han logrado que 150 guacamayas sean capaces de vivir de manera independiente y defenderse de sus depredadores.
Ante la falta de árboles altos en la zona, los involucrados han instalado cajas que funcionan como nidos artificiales para que la especie se reproduzca por sí misma, además, el espacio sirve para que las aves pueden resguardarse del clima de invierno.
Este año se tuvo el nacimiento del primer polluelo nacido en vida libre, sin embargo, para que este caso se repita se tienen que hacer, colocar y vigilar más nidos.
Para lograrlo, el equipo lanzó a través de Donadora una campaña para que las personas se unan al proyecto y salven juntos a la guacamaya.
Instalar cuatro cajas nido a la semana durante dos meses y lograr que la población se establezca y mantenga a sí misma, son los retos que tienen los involucrados.