Por Jessica Badillo de Más Que Una Hincha
Esta semana la Encuesta Global de Salarios Deportivos nos entregó una noticia digna de analizar. De entre varias ligas femeniles de distintos deportes, la Liga MX Femenil es la peor pagada en el mundo, con un promedio de 41 mil 700 pesos al año, es decir, 3 mil 500 pesos al mes.
De acuerdo con Futbol Total, lo que perciben en promedio las jugadoras de la Liga MX femenil es menor de lo que perciben los jugadores de la liga varonil de San Marino; que, aunque es la peor pagada, reciben 4,600 pesos al mes.
Este patrón parece repetirse en el mundo ya que la liga varonil mejor pagada, la Premier League, con un promedio de tres millones 935 mil 197 dólares al año, dista mucho de lo que se gana en la Women’s Super League (35 mil 355 dólares) al año.
No se trata de una situación en la que no hay dinero, porque sabemos que los clubes no sufren por esto. Tampoco es que los partidos femeniles no generen este dinero, al menos en Europa hemos visto récords de asistencia; España e Italia en las últimas dos semanas son un claro ejemplo.
De lo que se trata es de una mala planeación y de un machismo institucional en el que los directivos prefieren apostar por el equipo varonil aunque vaya en el fondo de la tabla o no haya ganado nada importante en los últimos años, en lugar de apostar por una industria en crecimiento que jornada tras jornada nos muestra que puede ser igual de espectacular que el futbol varonil.
Volvamos a México y contrastemos una liga varonil en la que todavía se ven carencias salariales muy marcadas, con la liga femenil. En su jornada más reciente el Ascenso MX atrajo a 3,378 personas por partido. La Liga MX femenil tuvo un promedio de asistencia de 3,989.
Sin embargo, en el Ascenso MX (y en la Liga MX) hay directivos a los que no les importa traer a un director técnico o jugador problemático y sin méritos reales ¿No estaría mejor apostarle a algo que es casi seguro que funcionará?
Lo vengo escribiendo desde hace varias semanas, los directivos deben ver a sus equipos femeniles como parte de su familia y proveerles de las mismas oportunidades que al equipo varonil. No estamos pidiendo autos deportivos de último modelo, vuelos privados o contratos millonarios.
Estamos pidiendo salarios y contratos justos, transporte cómodo y digno de un atleta de alto rendimiento. Los defensores del futbol femenil no somos exigentes, solo queremos las mismas oportunidades y que se reconozca el valor que una futbolista puede aportar a nuestro deporte.
No pueden esperar atraer a patrocinadores si juegan en canchas alternas o en horarios desafortunados. No pueden exigir el alto rendimiento si no ponen las condiciones necesarias para que eso ocurra.
Ya hablamos de que los medios deberían preguntarse si esto que están diciendo de una jugadora lo dirían de un jugador. Lo que se esperaría de los clubes es que planeen sus torneos de la misma forma. ¿Mandaría a mi equipo varonil más de 10 horas en carretera del norte al bajío? ¿No? Entonces tampoco tendría que mandar a mi equipo femenil. No es tan difícil.
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Fotografía de portada: Liga MX Femenil.