JESSICA BADILLO | Más Que Una Hincha
Hace un mes se publicó un estudio de Social Media Football League donde se hablaba del impacto de los equipos de la Liga MX Femenil; Chivas (@ChivasFemenil) fue el que tuvo más seguidores en Twitter.
A inicios de abril las rojiblancas tenían 94 mil 271 seguidores; en mayo el número aumentó a 96 mil 263, es decir, casi dos mil seguidores en un mes, cifra nada despreciable para un equipo que en ese mismo lapso no calificó a liguilla.
El top 5 lo cierran América (@AmericaFemenil), Tigres (@TigresFemenil), Monterrey (@Rayadas) y Atlas (@AtlasFCFemenil). Otra cosa que destaca es el hecho de que Pumas se mantiene como la única institución que no ha generado una cuenta propia para su equipo femenil.
Si hablamos concretamente de Chivas podemos resaltar el caso de Norma Palafox que cuenta con 185 mil 069 seguidores en Twitter, casi el doble que el equipo más seguido de la liga; en marzo, Palafox alcanzó el millón de seguidores en Instagram frente a los 223,118 que tiene su equipo en esa misma red social.
¿Cómo llegó la delantera rojiblanca a esa cifra? En parte se debe a la contratación de una agencia de mercadotecnia digital que diseñó una imagen corporativa para la jugadora que fue desde la creación de un logo hasta la gestión de patrocinios e intercambios comerciales.
En una liga con 18 equipos no existe ni siquiera una jugadora por plantel que tenga patrocinios individuales, contadas son las que han invertido en una agencia de mercadotecnia digital o en asesoría, ya que, de acuerdo con El Economista, solo el América proporciona un curso de manejo de redes sociales al inicio del torneo.
Eso quiere decir que las demás tienen que invertir parte de sus propios sueldos para tener asesorías en este tema y así poder generar un ingreso extra que no es ni seguro ni estable, porque todo varía dependiendo de muchos factores.
Jugadoras como Palafox, Nayeli Rangel, Rebeca Bernal, Viviana Michel y Desirée Monsiváis, por mencionar algunas, se han dado cuenta del potencial que las redes sociales ofrecen y han invertido en ellas, a diferencia de sus equipos que parecen estar muy alejados de su público meta.
Cuando un equipo (en este caso, toda una liga) comienzan desde cero se debe de apuntar hacia los más jóvenes que son los que influyen y dictarán los patrones de consumo en el futuro. Si se crean estrategias para atraer a los niños a los estadios es casi seguro que irán al menos con uno de sus padres. La esperanza de compra de un boleto se convierte en dos automáticamente.
En el caso de las redes sociales, si se apunta a una población joven (entre 15 y 18 años) que se convierta en afición fiel, en un futuro cuando tengan poder adquisitivo no dudarán en gastarlo en su equipo, en la marca deportiva que utiliza su jugadora favorita, en mercancía oficial, en boletos o abonos.
No es tan difícil pensar en medios alternativos y sus estrategias adecuadas porque los seguidores de la Liga MX femenil somos personas jóvenes que probablemente nos sentamos frente a un televisor solamente para ver futbol y todo lo demás lo consumimos a través de medios digitales.
Es cuestión de que los equipos entiendan que hay que adaptarse a las nuevas formas de comunicación y sacarles el mayor provecho posible en lugar de ver a las redes sociales como un trabajo para cualquiera y sin presupuesto.
Las jugadoras ya lo entendieron ¿y las directivas?