STAFF MANATÍ | @Manatimx
Seguramente viste circular en redes sociales una publicación en la que se informaba que la camioneta del colectivo de Guerrero, “Zapata Vive” —que llegó a la Ciudad de México para participar a la marcha feminista— fue vandalizada por algunas personas durante la manifestación realizada el 16 de agosto.
¿En verdad ocurrió esto? Sí, sin embargo a través de un posicionamiento publicado a través del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) los y las integrantes del grupo afirmaron que los ataques fueron realizados por “infiltrados disfrazados de feministas”.
Señor estado: el problema no son solamente los infiltrados disfrazados de feministas (que aún no sabemos quién los mandó) que ayer nos destruyeron nuestra camioneta y nuestro bus en los que venimos 60 integrantes del colectivo para apoyar la marcha feminista… El problema no es la estación de metro dañada ni los edificios destruidos. El problema es mucho más de fondo. El problema es generacional, sistémico, sistemático y transversal, escribieron en el comunicado.
Tras darse a conocer la noticia, comentaron que muchas mujeres se contactaron para preguntarles de qué manera les podrían ayudar.
Por este medio les decimos: la forma de apoyarnos es seguir construyendo ésta como una sociedad igualitaria y justa, unir nuestras voces y nuestras fuerzas para lograr un cambio profundo, empezando por nuestra ideología. Necesitamos asumirnos todas y todos como una comunidad para sacar adelante a este país, dijeron.
Ante este panorama hicieron un llamado a la sociedad en general a no ser indiferentes a la violencia que se vive en el país y no esperar a que algo le pase a algún familiar o persona cercana.