GUADALUPE JUÁREZ | @Lupjmendez
A través de una misiva escrita por el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, Luis de la Barreda Solórzano, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) exhortó a la Fiscalía General del Estado (FGE) a corregir las anomalías de la investigación sobre la muerte de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril.
En la carta dirigida a Gilberto Higuera Bernal, encargado de despacho de la Fiscalía, el académico hace una relatoría de las irregularidades detectadas por la familia en el caso del deceso de la joven médico residente del Hospital Niño Poblano.
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También pide dejar de revictimizar a su familia y concluir la investigación con profundad y eficacia.
“Los padres de la doctora Figueroa afirman que su hija no tenía motivos para cometer suicidio porque era una mujer alegre, médica, competente y exitosa, de brillante trayectoria que jamás mostró los signos típicos de las personas que van a suicidarse”.
Coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, Luis de la Barreda Solórzano.
El académico detalla que, además de las anomalías en la investigación de la FGE al dar por hecho que Zyanya había escrito una carta póstuma, así como las heridas post mortem que descubrieron especialistas contratados por la familia, se suma que el médico que le practicó una necropsia al cuerpo de la joven es un médico general, sin experiencia en criminalística.
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A decir de los asesores legales de la familia Figueroa Becerril, esto se debe a que el personal que practica las necropsias sólo cuenta con un curso en criminalística, pero no tienen una especialidad certificada en esta área.
En el texto, el representante de la UNAM también da a conocer que en las muestras de sangre que según la FGE pertenecía a Zyanya se hallaron rastros de mentanfetamina, aunque, a decir de los asesores legales de la familia de la médico residente, no hay certeza de que estas muestras realmente correspondan a ella.
Esto se debe a que el ministerio público no entregó a tiempo las muestras a los servicios periciales y se “echaron a perder”, por lo cual tuvieron que recurrir a la Fiscalía General de la República para analizarlas.
El fundador del PUDH pidió también que se haga partícipe a la familia de la investigación, como ellos lo solicitan.
En tanto, Patricia Becerril y Martín Figueroa, padres de Zyanya, solicitaron una audiencia con el gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa, pues, ante la demanda de los martes ciudadanos, les ha sido imposible conseguir una ficha —otorgadas desde la madrugada—, para entrevistarse con el mandatario.
Lo anterior, ya que consideran que el caso de su hija, atendido por la Fiscalía de Derechos Humanos y Asuntos Políticos, sigue sin avanzar.
De acuerdo con sus asesores legales, la FGE hace supuestos actos de investigación, pero a “espaldas de la familia”, lo que les ha hecho pensar que se “oculta algo”.
Zyanya Figueroa Becerril —originaria de Ciudad de México— murió el 15 de mayo de 2018; era médico residente del HNP en Puebla. La versión de la FGE fue, al principio, que había cometido suicidio. Sin embargo, sus padres han echado abajo esa versión al encontrarse con una serie de irregularidades detectadas por especialistas que ellos contrataron.
