MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
Desde hace por lo menos tres meses, en la junta auxiliar de San Nicolás Tetitzintla, en Tehuacán, se gesta un modesto movimiento de resistencia a la instalación de una nueva sucursal de la cadena comercial Walmart.
La reticencia de los pobladores y comerciantes del municipio reside en la afectación que provocaría un nuevo centro comercial a los pequeños comercios de la zona, pero, sobre todo, al derribo cientos de árboles de distintas especies. Ellos, los opositores, lo consideran un ecocidio.
Ubicado en la zona del viejo hotel Peñafiel, como se refieren a ella los pobladores, el predio en el que se construiría el centro comercial también alberga 256 árboles.
De acuerdo con el proyecto ejecutivo de la obra, sólo 90 de éstos serían conservados si se edifica la plaza. En total, 112 serían talados, 34 se trasplantarían a otra zona y 20 serían “retirados”, un término ambiguo que supone también la tala.
El Ayuntamiento de Tehuacán, a través de la Dirección de Ecología, se ha negado a otorgar los permisos para el inicio de la obra por el impacto ecológico que ésta causaría.
Sin embargo, durante la madrugada del viernes 30 de septiembre, un grupo de trabajadores allanó el lugar con cuatro motosierras, tres vehículos y dos escaleras.
Antes de que la policía del municipio llegara al lugar, los obreros ya habían talado dos jacarandas de al menos 10 metros de longitud. Al arribo de la policía, al menos 10 personas fueron detenidas, pero hasta ahora se desconoce su situación legal.
Los integrantes del movimiento en contra de Walmart —del que forman parte comerciantes de centros de abasto populares cercanos al lugar, estudiantes, amas de casa, activistas y maestras— suponen que existe un riesgo de que la trasnacional ordene, una vez más, otro asalto clandestino de tala ilegal en el lugar.
Los árboles tienen una antigüedad de por lo menos 80 años, por lo que datan de aquella lejana época durada en la que Tehuacán era conocido por su desarrollo hotelero y centros de relajación en los que se utilizaba el agua de los manantiales.
En la actualidad, en la zona se encuentra una universidad privada, las instalaciones de la planta refresquera de Peñafiel, un campo deportivo, un panteón, distintos comercios locales y un fraccionamiento.