MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
Se trató de un voto mecánico, desprovisto de argumentos. A cada propuesta de la oposición, sobrevenía el masivo voto en contra de la mayoría: sin réplicas ni impugnaciones, sólo el aplastante voto en contra de la primera Legislatura en Puebla que se jacta de ser de izquierda.
Morena y sus aliados impidieron ayer el reconocimiento del matrimonio igualitario y la despenalización del aborto, dos consignas que el mismo partido empuja para su aprobación a nivel nacional.
La sesión duró más de siete horas de debate, pero la oposición nada pudo hacer para tratar de revertir el dictamen. Un dictamen que procedía de un paquete de iniciativas del gobernador Miguel Barbosa Huerta por el cual se modificaron la Ley para el Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, la Ley de Igualdad entre Personas, la Ley en Materia de Trata de Personas, el Código Civil y el Código Penal.
Fueron las modificaciones a estos dos últimos códigos lo que generó mayor debate. Pero, al final, la LX Legislatura dejó casi intacta la concepción del matrimonio, al concebirla como la unión entre un solo hombre y una sola mujer. Sólo se modificó el artículo 294 del Código Civil para eliminar un apartado que señalaba que el matrimonio tenía por objeto “perpetuar la especie”.
Los congresistas se negaron a aprobar la despenalización del aborto y, en cambio, sólo aprobaron una modificación al artículo 342 del Código Penal del estado para eliminar tres condiciones por las cuales la pena por el delito de aborto aumenta hasta cinco años. Ahora, la sanción contempla entre seis meses y un año de cárcel.
La oposición fue abanderada, sobre todo, por tres legisladores: Rocío García Olmedo (PRI), José Juan Espinosa Torres (PT) y Marcelo García Almaguer (sin partido).
La primera presentó una decena de reservas a la Ley para el Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, dos modificaciones a la Ley de Igualdad entre Personas y, sobre todo, trató de pugnar por la despenalización de la interrupción del embarazo.
Los otros dos fueron promotores de la modificación del artículo 294 del Código Civil para reconocer el derecho de las parejas homoparentales a contraer matrimonio.
Incluso dijeron que, de no hacerlo, el Congreso de Puebla recaería en desacato ante la Corte, pues el máximo tribunal del país anuló desde 2016 anularon los artículos del Código Civil en los cuales se indica que el matrimonio es relativo a “un solo hombre y a una sola mujer”.
Pero no hubo argumento válido. La mayoría avasalló a la oposición y una y otra vez eyectó de vuelta cada modificación que los diputados presentaron para revertir el dictamen.
Aquella negativa reiterada provocó que tanto García Olmedo como Espinosa Torres acusaron al resto de los integrantes del Congreso local de convertirse en aquello que tanto criticaron en el pasado: en los diputados que, sin excepciones, aceptaban cada propuesta que el gobernador en turno presentaba ante el Poder Legislativo.
Acaso la única portavoz de la mayoría fue la diputada Vianey García Romero (Morena), quien acusó a García Almaguer y a Espinosa Torres de utilizar electoralmente el matrimonio igualitario, tema para el cual pidió una discusión posterior, con mayor profundidad.
Mediante la lectura íntegra de un comunicado que llevaban redactado, las diputadas Tonantzin Fernández (Morena) y Mónica Lara Chávez (PES) defendieron el paquete de iniciativas al aducir que formaban parte del paquete de recomendaciones derivadas por la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra la Mujer (AVGM). También acusaron a la oposición de buscar “protagonismos”.
Pero Espinosa Torres, en respuesta, señaló que el mecánico rechazo de cada propuesta de modificación había sido dictada por el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, al que acusó de tratar de “congraciarse” con los sectores conservadores de la capital, en aras de fortalecer sus aspiraciones político electorales.
La sesión inició poco después de las 11 horas de la mañana y terminó al filo de las 7 de la tarde.
Con un reclamo, García Olmedo coronó el cierre de la sesión: “Prevaleció el mayoriteo sin ningún razonamiento. Sin ningún argumento en defensa que echara abajo algunos de los argumentos aquí planteados. Nadie subió a hacerlo. Ma-yo-ri-tea-ron”.