IVÁN JUÁREZ | @CCSJPuebla
En nuestras actuales conversaciones cada vez son más frecuentes las menciones sobre el fenómeno de la inseguridad, no debería, pero ya está siendo común. De todo el amplio espectro de hechos delictivos de los que nos enteramos, sea por los medios tradicionales o digitales o por experiencia propia, rara vez se coloca al centro de estas pláticas la violencia contra las mujeres lo que debería ser. A diario 10 mujeres son asesinadas en México de acuerdo con ONU Mujeres, tan sólo en el periodo de enero a octubre de este año el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó 833 feminicidios.
Existen señales de alarma y escaladas previas en los niveles de violencia al lamentable hecho de la muerte violenta de una mujer, hay datos que nos dan cuenta de ello, como por ejemplo las llamadas de emergencia al sistema 911.
Con datos proporcionados por el SESNSP, de enero a octubre se realizaron en el país más de 13 millones de llamadas reales a este número de emergencia, decimos reales porque el porcentaje de llamadas no procedentes que registra este sistema es del 79%, en 8 de cada 10 llamadas quien la realiza no expresa algo o se queda mudo, se broma o la situación no representa una emergencia.
Las llamadas al 911 son un reflejo puntual de aquellos hechos de violencia ejercida contra las mujeres que no necesariamente se convertirán en una denuncia, pero de las que sí existe un registro. Se han contabilizado más de un millón de llamadas relacionados con hechos de violencia familiar, sexual, de pareja y de violación siendo ellas las principales víctimas en estos reportes. En más de 150 mil los hechos descritos son de violencia directa contra las mujeres.
De 2016 a octubre de 2019, el 911 ha recibido 500 mil llamadas de este tipo. Siguiendo la tendencia actual, este año podría cerrar con más de 190 mil llamadas pudiendo ser el doble de las 92 mil 604 registradas en 2016. El mes de septiembre pasado es el de más alto registro de llamadas en los últimos cuatro años y desde diciembre de 2017 el promedio de llamadas excede las 10 mil mensuales.
En la comparativa estatal, nuestro estado ocupa la tercera posición por este tipo de llamadas aportando el 7% del total. Por arriba nuestro se encuentra el Estado de México y Jalisco, incluso superamos a Ciudad de México y a Chihuahua. Otras agresiones que son reportadas a este número de emergencias son el abuso sexual en la que Puebla ocupa la posición 21; la violación en donde nos ubicamos en el lugar 17 y la violencia familiar dejándonos en el lugar número 22.
Recordemos que todas estas cifras corresponden únicamente a personas que realizaron una llamada telefónica para reportar una emergencia o situación de riesgo. En muchos casos no es iniciada una denuncia ante la autoridad aun cuando un delito sea cometido. Hay muchas mujeres que no tiene la oportunidad de hacer estas llamadas o de que alguien lo haga por ellas.
En el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado pueden ser denunciados delitos como acoso sexual, hostigamiento, violencia familiar y delitos contra la intimidad sexual. Es un recurso ágil, discreto y humano que está al servicio de todas las personas.
Es necesario que todas y todos seamos observadores de los espacios en los que interactuamos o por los que nos desplazamos, estar atentos a cualquier situación que ponga en riesgo a una mujer, sea conocida o no. La indiferencia posibilita la persistencia con la que la violencia contra las mujeres se hace presente y justo en este momento, mientras lees estas líneas, está afectando a miles de ellas.
Los textos publicados en la sección “Opinión” son responsabilidad del autor/a y no necesariamente reflejan la línea editorial de Manatí.