JESSICA BADILLO | @MasQueUnaHincha
Hace algunos días la Real Federación Española de Futbol compartió información acerca de jugadoras y árbitras que, más allá de mantenerse activas entrenando desde casa, han decidido darle prioridad a otra de sus pasiones: la medicina.
Ana Romero Moreno, delantera del Real Betis, mandó un tuit directamente al departamento de Sanidad de España presentando sus credenciales como Licenciada en Medicina y dispuesta a ayudar en lo que se necesitara. También ha estado en constante búsqueda de un hospital que necesite sus servicios.
Por su parte, la mundialista Silvia Meseguer, del Atlético de Madrid, se encuentra estudiando su licenciatura y se ha sumado a la campaña de su club, en conjunto con la Cruz Roja española, para recaudar fondos para el personal de salud de su país.
Y después vienen las árbitras. Iragartze Fernández es asistente en la primera división española y enfermera en Bilbao. Elena Peláez es silbante en su liga femenil y partera en la ciudad de Palencia. Por último, Judith Romano, asistente en segunda división, y quien trabaja como anestesióloga y reanimadora en Oviedo.
Las tres han expresado palabras de aliento y consejos a través de la página oficial de su Federación y son un ejemplo de que el futbol puede combinarse con otras profesiones y en casos como éste puede llegar a ser de gran ayuda para su entorno.
El futbol se detuvo, pero las buenas noticias e historias como éstas no pararán mientras sigamos escuchando acerca de jugadores que acceden a bajar sus sueldos para que los demás miembros del equipo puedan cobrar completo, o atletas y dueños que hacen lo posible por buscar la manera de pagarle a los trabajadores que llegan a los estadios solamente en días de partido.
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