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Las medidas restrictivas implementadas por el gobierno de Puebla para evitar contagios de Covid-19 dejaron expuesto a otro sector en la sociedad: el de los comercios.
Hasta inicios del mes de julio, la Red Mexicana de Franquicias en Puebla había contabilizado la pérdida de 7 mil empleos y mermas por alrededor de 350 millones de pesos como consecuencia del cierre de establecimientos considerados como no esenciales.
Por otra parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur), Marco Antonio Prósperi Calderón dio un panorama menos alentador, pues informó que el 70 por ciento de los 10 mil 500 establecimientos afiliados al organismo que preside han bajado las cortinas durante la contingencia sanitaria.
Sin duda, algunos de estos cierres han sido más visibles para la ciudadanía, como el del Hotel Royalty, en el zócalo de Puebla, que cerró sus puertas como consecuencia de la pandemia.
Tras más de 100 años de tradición y de ser un referente en la ciudad, el hotel anunció su cierre, aunque este, en principio, no será definitivo.
Otro lugar con gran afluencia en Puebla fue el Bar Bambukos, en la Avenida Juárez, que no resistió las bajas ventas y tuvo que cerrar su sucursal después de brindar servicio por cerca de 16 años. Una sucursal de la cafetería Punta del Cielo, sobre la misma avenida, también cerró sus puertas de manera definitiva.
La sucursal de la cadena Sanborns en Paseo San Francisco también dijo adiós durante esta cuarentena. Durante la primera semana de junio, usuarios de redes sociales mostraron en fotos que el acceso a la tienda se encontraba cerrado, a pesar de que aún había muebles y artículos en el interior. Aunque las sucursales de la tienda en la capital, en Huexotitla, Angelópolis y Las Ánimas reabrieron a finales de junio, la sucursal en San Francisco ya no lo hizo.
El caso más reciente fue el de Burger King de Plaza San Pedro, que cerró durante la primera quincena de julio. Internautas mostraron cómo el lugar fue desmantelado poco a poco, en un comienzo como parte de inventario, y después de forma definitiva.
Centros culturales, también en la cuerda floja
Pero los efectos económicos de la pandemia no han afectado únicamente a negocios, sino también a centros culturales y de entretenimiento. Tal es el caso del Teatro Ciego de Puebla, que después de más de 20 años decidió bajar el telón como consecuencia del virus Sars-Cov2.
Ubicado en la calle 7 Oriente del Centro Histórico de Puebla, el teatro ciego apostó a una forma de hacer teatro para personas que no eran tomadas en cuenta: personas con discapacidad visual.
En entrevista con la revista Leviatán, Pablo Ismael Moreno Viveros, director del teatro, dijo que la crisis económica y la imposibilidad de pagar la renta del edificio obligó el cierre del espacio.
Pero agregó que se trata de una clausura temporal, pues esperarán a que las autoridades sanitarias levanten las restricciones por el coronavirus para poder encontrar otro lugar que se adecue a las necesidades del arte que se realiza.
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