DENISSE MEZA | @DenMeza
El exgobernador Mario Marín Torres, prófugo por el delito de tortura, se encuentra en Puebla y es protegido por un grupo criminal que lo ayuda a moverse cada vez que se le acercan para detenerlo, denunció la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
Durante una entrevista en el programa “Los periodistas”, Cacho dio a conocer que en una reunión virtual que sostuvo con la Fiscalía Especializada para Delitos contra Periodistas fue informada sobre el paradero de Marín, pero las mismas autoridades reconocieron que no habían podido detenerlo.
“La última reunión que yo tuve, una reunión formal con la fiscal especial para delitos contra periodistas, con la representante de Gertz Manero (fiscal general), con un grupo de representantes del Poder Judicial y mis abogados en México, nos informaron que ya saben, les consta que Mario Marín sigue en México, que sigue en Puebla protegido por un grupo criminal, que no lo han podido detener porque cada vez que se le acercan se mueve dentro de Puebla (…) dentro de Puebla no lo pueden detener”, dijo para el canal La Octava.
Días antes, el actual mandatario de Puebla, Miguel Barbosa dijo que si Marín Torres llega a pisar la entidad lo detendrían, porque “aquí no se solapa a nadie”.
14 años de impunidad
Hace 14 años, con la publicación del libro “Los demonios del edén”, Lydia Cacho dejó al descubierto una red de explotación sexual de menores donde salieron a relucir varios nombres de empresarios, uno de ellos Kamel Nacif, quien interpuso una denuncia contra ella por difamación y calumnias.
Por esa denuncia, Marín Torres ordenó su detención en diciembre de 2005, por lo que fue detenida en Cancún, donde radicaba, y trasladada al estado de Puebla.
Durante el trayecto, la periodista fue víctima de tortura por parte de los agentes de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado de Puebla.
Meses más tarde, a través de la filtración de una serie de llamadas telefónicas, fue confirmado que su detención y su tortura fue ordenada por el entonces gobernador de Puebla, al que Nacif agradeció mediante el envío de “dos botellas de coñac”.
Cacho Ribeiro logró su libertad tras pagar una fianza de 106 mil pesos, pero el proceso legal en su contra duró más de un año.
Años más tarde, el 11 de abril de 2019, la titular del Primer Tribunal Unitario de Cancún, María Elena Suárez emitió una orden de aprehensión en contra de Marín Torres, Nacif y el ex subsecretario de Seguridad Pública de Puebla, Hugo Adolfo Karam Beltrán y Juan Sánchez Moreno, su director de Mandamientos Judiciales, por el delito de tortura contra la periodista, por el cual no tendrán derecho a la libertad provisional ni podría ser suspendida por un amparo.
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Descongelan las cuentas de Marín y Nacif
El 23 de marzo fue cuando, luego de una investigación por lavado de dinero, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ordenó congelar las cuentas del priista, el empresario textilero y de Karam Beltrán, para evitar su fuga.
Sin embargo, el pasado 21 de septiembre, el titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo confirmó que las cuentas (con un valor de 800 millones de pesos) del empresario libanés Kamel Nacif habían sido destrabadas.
Por lo que, dijo, la Unidad de Inteligencia Financiera recurrirá a un Tribunal Colegiado de Circuito, para que se revoque la suspensión, además de interponer una queja administrativa ante el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en contra del juez.
En el caso de Marín Torres, el Juzgado Primero de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa y de Trabajo y de Juicios Federales de Puebla le otorgó, el pasado 19 de septiembre, la suspensión definitiva del bloqueo a sus cuentas.
Al respecto, Cacho Ribeiro criticó el sistema judicial de México y señaló la corrupción que impera en este y por el cual, los jueces Miguel Arrollo Herrera y Pedro Arrollo Soto de distritos de juicios federales en Puebla, descongelaron las cuentas de “los prófugos torturadores y tratantes de niñas”.
Un día después del anuncio, los representantes legales del priista respondieron que en ningún momento promovieron un amparo a nombre de su representado, por la inmovilización de sus cuentas bancarias, y en consecuencia, “ningún juez federal le concedió amparo por el citado acto reclamado”.
No me rendiré: Cacho
Desde el 2005, hasta la fecha, la escritora ha sido víctima de intimidación y una lucha constante contra la impunidad y la corrupción que imperan en el país, no obstante, ha dicho que no se detendrá hasta obtener justicia: “Yo no he llegado hasta aquí para rendirme ni he sobrevivido para quedarme callada”.
