Fotografías de Katia Fernández | @kat_fdezt
Durante el otoño, cada vez que amanece en la región de Cholula un espectáculo se tiende sobre los campos: es la explosión vibrante de las flores de los muertos.
El naranja de los campos de cempasúchil es tan atroz, tan hermoso y con tantos matices, que resulta injusto llamarlos a todos por el mismo nombre.
Botones anaranjados que emanan de la tierra como si se tratase de un saludo, y por aquí y por allá hay campesinos y productoras recogiéndolos tersa, delicadamente.
Éste es un recorrido visual provisto por la fotógrafa Katia Fernández.