LUIS SORIANO | @LuisSorianortz
MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
La alerta del rebrote de contagios de covid-19 en Puebla ha llegado sólo un mes después de que el gobierno federal avalara el reinicio de todas las actividades laborales en el estado.
A finales de septiembre, cuando se detectaban en promedio 130 nuevos casos diarios de pacientes contagiados, las autoridades de salud del país consideraron pertinente que Puebla pasara de naranja a amarillo en el semáforo epidemiológico.
El pico de casos en Puebla —que llegó el 23 de julio, con 565 nuevos contagiados—parecía distante, pero aun así la reapertura fue contenida por el gobierno del estado, que decidió mantener las medidas restrictivas del semáforo naranja, como la negación de reapertura en cines, teatros y bares, así como un aforo máximo del 30% en el resto de los comercios.
Pero al cabo de 30 días, las medidas sanitarias han aflojado. Y la propia iniciativa privada, que solicitó constantemente a las autoridades locales la reapertura de comercios, ha reconocido que algunos establecimientos no sólo no han respetado al aforo, sino que han burlado la prohibición de reapertura mediante el uso de licencias de restaurantes.
“El problema es que no se está respetando el aforo ni los horarios”, aceptó recientemente Olga Méndez, presidenta la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
“Hay muchísimos bares que están trabajando bajo el cobijo de restaurante. El hecho de estar ofreciendo alimentos no necesariamente es restaurante. Creo que ahí las autoridades tienen una gran área de oportunidad de verificar estos establecimientos”, deslizó.
A lo largo de estas últimas dos semanas, el comportamiento de contagios en Puebla ha sido oscilante. No son aquellos días en los que se contaban más de 500 nuevos contagios u 83 muertes, como ocurrió exactamente el 23 de junio.
Pero sí eran días con cientos de casos nuevos. Y la primera llamada de alerta llegó el 22 de octubre, cuando se detectaron 227 nuevos casos.
“Tenemos que asumir que es un anuncio alarmante sobre el número de contagios y con una curva que ya no desciende. Vamos a asumir este resultado como una alerta, no quiero dar a esta alerta el carácter de un rebrote, pero llegado el momento lo voy a hacer”, reconoció el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Hace unos días, la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, también alertó sobre la posibilidad del rebrote y explicó que de allí se desprendía la decisión de no permitir el ingreso a panteones en esta temporada de Día de Muertos, una de las costumbres más arraigadas entre algunos sectores de la sociedad.
La estocada a la economía
El impacto de la pandemia a nivel social y económico aún no ha sido calculado de forma oficial. Será hasta mediados del próximo año cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Inegi den a conocer información estadística sobre estos rubros.
Sin embargo, el Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEEY) calcula que al fin de la pandemia en el estado habrá 785 mil personas más en situación de pobreza: un impacto que ubicará a Puebla como la tercera entidad del país con más número de pobres en el contexto sanitario actual.
A Puebla sólo le precede el Estado de México, con un cálculo de 1 millón 992 mil personas más en esta situación, seguido de Veracruz, con 1 millón 3 mil.
El Inegi, mientras tanto, ha detectado la pérdida de 37 mil 788 empleos formales en el estado entre enero y mayo. Mientras que la Red Mexicana de Franquicias ha calculado pérdidas por 350 millones de pesos.
En ese escenario, el rebrote podría llevar a la quiebra hasta al 30% de los restaurantes, según la presidenta de la Canirac, que no ha reservado.
Un “buen fin” en medio de una pandemia
Debido a esto, actualmente diversas organizaciones empresariales en conjunto con organismos gubernamentales se encuentran preparando el Buen Fin del 2020, el cual, según la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur), podría generar una derrama económico de 6 mil millones de pesos.
Dentro de los preparativos llevados a cabo por 6 mil empresas y 450 restaurantes se encuentran: la implementación de mas de 20 medidas de higiene, el uso de pagos electrónicos y compras en línea, aforos del 33% y una duración de 12 días, con tal de evitar la aglomeración excesiva.
Dicho evento se realizará tras el monitoreo previo de los establecimientos, según el director de las Oficinas de Defensa del Consumidor (PRODECON).
Por su parte la secretaria de Economia en el estado, Olivia Salomón, afirmo que el personal de protección civil se encontrara monitoreando las plazas comerciales para controlar el aforo en los establecimientos.