MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
La campaña “Cero tolerancia a la violencia contra mujeres y niñas”, un despliegue mediático en el que el gobierno del estado gastó casi 7 millones de pesos durante 2019, contribuyó a generar una visión clasista de la violencia de género y no reflejó la diversidad ni la complejidad de estas agresiones.
Esto se desprende de un análisis realizado por el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (CCSJ), a través del Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem), que desgranó cada elemento de los spots televisivos difundidos por la Coordinación General de Comunicación y Agenda Digital del gobierno local.
La campaña “Cero tolerancia” fue uno de los resolutivos que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) dirigió a las autoridades del estado al decretar la emisión de la alerta de violencia de género en 50 municipios.
Pero, de entrada, los spots del gobierno del estado parecen dirigidos sólo a un sector con poder adquisitivo bajo o medio, lo que invisibiliza la “manifestación de la violencia contra las mujeres y las niñas en contextos donde hay un mayor poder adquisitivo” y reproduce una visión clasista de la violencia, según el análisis.
El nulo reflejo de la diversidad de las mujeres en el estado, así como de las manifestaciones de la violencia, fue uno de los grandes yerros en esta campaña publicitaria para la cual se invirtieron 6 millones 980 mil 406.72 pesos durante los meses de junio y julio del año pasado.
En ninguno de los cuatro spots televisivos se representaron las relaciones de pareja, a pesar de que cuatro de cada 10 mujeres han sufrido violencia por parte de su pareja sentimental y siete de cada 10 presuntos feminicidas tenían una relación sentimental con las víctimas de este crimen, según el Inegi y el Observatorio de Violencia Social y de Género, de la Ibero.
Además, casi todas las locaciones de los spots son lugares públicos, pero el 47.2% de los casos de violencia familiar ocurren precisamente en los domicilios, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2018.
“Los mensajes no son significativos y no responden a la realidad de lo que las mujeres vivimos en Puebla y en el país, es decir, nuestra falta de acceso a la justicia y el que no se respete nuestro derecho a la vida”, abundó Brenda Giselle Palacios Salazar, subcoordinadora de Violencia Mediática del CCSJ, durante la presentación del análisis.
La única manifestación de diversidad en estos comerciales fue la aparición de mujeres de distintas edades, por lo que el Ovigem recomendó también la visibilización de mujeres en entornos rurales, alejadas de roles tradicionales, así como de mujeres trans y mujeres lesbianas.
“No se ve realmente la diversidad, ni cómo llegar a la población que más se necesita. Para que esta campaña funcionara debió decir que hay menos mujeres violentadas, y no es así. Sabemos que desafortunadamente ha sido al revés, la violencia ha aumentado”, agregó Carmina Williams Pellicó, directora de la Facultad de Publicidad de la UPAEP.
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Una campaña sin resultados
Para Ana Laura Gamboa Muñoz, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla, la campaña no incidió de manera directa en reducir la violencia hacia las mujeres, pues entre 2018 y 2019 hubo un aumento de denuncias por acoso y violencia familiar de entre 108% y 24%, respectivamente.
Cuando el Ovigem consultó cuáles eran los resultados de este despliegue mediático sólo encontró un total de 10 mil 365 impactos a través de los spots radiofónicos, pero ningún dato sobre la incidencia a través de los spots televisivos.
En estos mensajes ni siquiera se mencionan las razones de la declaratoria de Alerta de Violencia de Género, ni el gobierno del estado hace explícito su compromiso por reparar el daño causado por las violaciones a los derechos de las mujeres.
“Hay tres cosas que son imprescindibles en las campañas que derivan de un mecanismo como la alerta de género: la aceptación de la responsabilidad por parte del Ejecutivo estatal, establecer claramente cuáles es el compromiso de cero tolerancia a la violencia y mencionar cuáles fueron los motivos por los que se declaró la alerta”, explicó Palacios Salazar.
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