Amenazada por la piratería, la producción en masa y la limitación de recursos, la talabartería es hoy un oficio en peligro de extinción.
ENRIQUE REYERO | @reyeroe
La talabartería es un oficio artesanal enfocado a la elaboración de diversos artículos con cuero, mismos que tienen una finalidad utilitaria. Esta ha tomado sus propios estilos en distintas regiones del país.
En Puebla son pocas las personas que mantienen con vida este oficio, entre ellos, José Guadalupe Martínez, que por sus manos el cuero y las pieles se han convertido en artículos funcionales desde hace dos décadas.
José cuenta con una experiencia de 17 años años en la talabartería, misma que se ha formado por la influencia de distintos maestros, pero al mismo tiempo por práctica que él mismo desarrolla día a día.
Entre los artículos que elabora José se encuentran bolsas, cinturones, carteras, collares de perro, zapatos, fundas de celular o cualquier otro artículo que se le ocurra elaborado con piel.
Sin embargo, actualmente el negocio de José se ve afectado por factores como la piratería, la sobreproducción y la pandemia.
Mientras día a día industrias extranjeras realizan miles de copias de diversos productos, José sigue realizando sus artículos a mano, esto por la poca conveniencia económica que le generaría el invertir en maquinaria, provocando que algunas de sus productos tarden en elaborarse entre dos a tres a días
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La pandemia es otro de los factores que ha influido en el labor del talabartero, pues esta misma le ha causado problemas en la obtención de materia prima, retrasando y mermando su producción.
Asimismo, considera que un factor que ha influido en su negocio es el de la publicidad, el cual se presenta por el desconocimiento a los medios digitales, ya que para él, este es uno de los puntos fuertes para los negocios hoy en día.
A pesar de estas adversidades, José espera mantener en pie su negocio para preservar durante más décadas uno de los oficios que con la modernidad se encuentran al borde de la extinción.
Actualmente su taller se encuentra ubicado en la calle 4 Oriente, entre la 4 y 6 Norte, Centro Histórico, a la espera de clientes que busquen su trabajo artesanal.
