Un análisis de 325 boletines emitidos por la Fiscalía de Puebla revela que, al comunicar las acciones, el órgano de procuración de justicia ha incluido detalles innecesarios que minimizan o justifican la violencia de género.
MARIO GALEANA | @mariogaleana_
“En prisión por privar de la vida a su abuela y agredir a su madre”. “Vinculado a proceso, presuntamente embarazó a su hijastra”. “En prisión por violencia contra su pareja, amenazó con dejarla ciega”.
No son los títulos de un periódico sensacionalista, ni los titulares de panfletos con imágenes sanguinolentas en las portadas. Son las palabras con las que la Fiscalía de Puebla, el órgano encargado de procurar justicia en el estado, ha dado a conocer sus propias acciones.
El Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem), del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia (CCSJP), analizó 352 boletines emitidos por el área de Comunicación Social de la Fiscalía de Puebla en el segundo semestre de 2020.
En 133 de estos 352 boletines, que son breves informes sobre actuaciones de la Fiscalía, se informó sobre casos de violencia de género en contra de las mujeres.
Pero no se hizo de manera adecuada: se incluyeron frases, expresiones o títulos con los que la Fiscalía justificó, minimizó o incluso provocó morbo en torno a estos casos.
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El “Diagnóstico de boletines de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla”, del Ovigem y del CCSJP, documentó que el contenido del 44% de los boletines es negativo o inadecuado, por incluir expresiones que justifican la violencia hacia las mujeres, contener detalles morbosos, reproducir estereotipos o no nombrar los delitos cometidos.
Por ejemplo, en un boletín emitido el 6 de julio de 2020, la FGE señala que “presuntamente José Pascual N. inició una discusión con la víctima, señalándola de engaño”.
El acento está en la frase “señalándola de engaño”, que no sólo justifica la violencia ejercida por José Pascual, sino que se convierte en una expresión que genera morbo.
Por otra parte, el 56% de los títulos elegidos para esos boletines también fueron negativos por minimizar los casos, ofrecer información ambigua y “farandulizar” la violencia contra las mujeres, un término que describe el uso del lenguaje para hacer de este tipo de violencia un espectáculo.
Algunos ejemplos de este tipo de títulos negativos yacen al principio de esta nota, y se asemejan a la jerga o el argot que utilizan medios sensacionalistas de nota roja.
Para Brenda Palacios Salazar, subcoordinadora de Violencia Mediática del CCSJP y una de las tres autoras del diagnóstico, justificar o farandulizar la violencia contra las mujeres impide la posibilidad de “reflexionar de manera profunda las condiciones estructurales que rodean estos delitos contra las mujeres”.
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Durante la presentación del diagnóstico, la codirectora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, Argentina Casanova, dijo que el deber de las áreas de comunicación social no se agota en la información, sino en apostar por visibilizar la violencia de género, así como promover la igualdad y no discriminación.
A su vez, la periodista y consultora feminista Elizabeth Muñoz consideró que el diagnóstico sobre boletines de la Fiscalía de Puebla evidencia que los delitos contra mujeres y niñas siguen invisibilizados desde las propias instancias de procuración y justicia.
Samantha Páez Guzmán, directora de Análisis de la Violencia de Género Mediática y Digital y la segunda autora del diagnóstico, junto con Tonalli Pérez Saldaña, dio a conocer que la Fiscalía de Puebla ya había manifestado su disposición para recibir las recomendaciones incluidas en el análisis.
Entre estas se encuentra hablar de la violencia de género como un problema social que afecta a todas las personas, actualizar al equipo de Comunicación Social en materia de derechos humanos y perspectiva de género, incorporar lenguaje incluyente y no sexista, y no incluir expresiones que justifiquen, farandulicen o minimicen la violencia de género.
