Organizaciones calculan que cada 2.5 horas una persona muere por afecciones relacionadas con la contaminación del río Atoyac; pese a ello, la CNDH pretende validar las acciones que han realizado el gobierno federal, y los gobiernos de Puebla y Tlaxcala.
GUADALUPE JUÁREZ/ @lupjmendez
Un foro virtual encendió las alarmas para las comunidades de la cuenca del Alto Atoyac de Puebla -Tlaxcala que se han organizado para exigir el saneamiento del río que ha llevado contaminación y muerte a las puertas de sus casas.
Integrantes del Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés y de la Coordinadora por un Atoyac con Vida alertaron que el lunes 11 de octubre de este año, el visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Guillermo Casas Colín, resaltó las acciones gubernamentales para sanear el río Atoyac como un “ejemplo nacional”.
Sin embargo, acusaron, estas acciones se han limitado a la inversión de 96 millones de pesos para más plantas tratadoras de agua, cuando a la fecha 57.9% de las que ya están instaladas en los 70 municipios de la entidad poblana y tlaxcalteca, no funcionan.
El anuncio del visitador de la CNDH fue hecho en un foro organizado como parte de la conformación del Plan estatal de Desarrollo 2021-2027 del gobierno de Tlaxcala.
Alejandra Méndez Serrano, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, explicó que en la recomendación emitida por la CNDH en 2017 se especifica que antes de la instalación de más plantas se necesita un plan de saneamiento que no ha sido ejecutado.
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Además, estas plantas son para tratar aguas residuales domésticas y no sirven para tratar el plomo que contiene el agua que corre por el afluente, además que las industrias siguen conectadas a los drenajes municipales.
En conferencia de prensa, Méndez Serrano, Federico Pöhls —también del Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés— y Alejandra Ramírez, de la Coordinadora por un Atoyac con Vida, acusaron que los grupos de trabajo instalados hasta ahora siguen sin presentar avances.
Uno de ellos es el producto del convenio de la mesa de coordinación interinstitucional entre el gobierno federal, el de Puebla y Tlaxcala firmado el 28 de septiembre entre los tres niveles de gobierno, y por el que se comprometían a acciones conjuntas para el saneamiento del Atoyac, pero que hasta ahora se ha quedado como una promesa al aire.
Además, denunciaron, se ha dejado a un lado la reparación del daño a las comunidades por la violación a sus derechos humanos, sobre todo porque no los toman en cuenta para las acciones y proyectos que planean para el saneamiento del río.
El peligro crece por la contaminación del río Atoyac
De acuerdo con los activistas, en 2015 documentaron que en la zona de la cuenca fallecía una persona cada cuatro horas por insuficiencia renal, cáncer, abortos espontáneos e insuficiencia renal, padecimientos relacionados con la contaminación del río, pero para 2019 calculan que falleció una persona cada 2.5 horas por estas causas.
Por lo anterior, denunciaron que la Secretaría de Salud no informa sobre los padecimientos que pueden sufrir las personas expuestas a la contaminación del río.
Casas Colín anunció que buscarán un acercamiento con la presidenta de la CNDH, María del Rosario Piedra, Ibarra para exponerle su preocupación por el posicionamiento del visitador que le da seguimiento a su caso.
La recomendación histórica
En 2017, la CNDH emitió la recomendación 10/2017 por la contaminación del río Atoyac, que supone la violación de los derechos de las personas a un medio ambiente sano, al saneamiento del agua a y a la información, en la que han incurrido las autoridades federales, estatales y municipales.
Las autoridades señaladas fueron la Semarnat, Conagua, Profepa, Cofepris, los gobiernos estatales de Puebla y Tlaxcala, y los municipales de San Martín Texmelucan, Huejotzingo (Puebla), Ixtacuixtla, Tepetitla y Nativitas (Tlaxala).
En la recomendación les piden la conformación de un grupo interinstitucional, en el que además de las dependencias de gobierno, incluyan a la sociedad civil para la conformación de un Plan Integral de Restauración Ecológica o saneamiento de la cuenca del Alto Atoyac.
En el plan tendrían que incluir un plan de salud para atender la crisis sanitaria que queja a las comunidades de la cuenca.