Activistas trans buscarán que en la entidad poblana se reconozca a las infancias trans, es decir, a las niñas, niños y adolescentes que deseen adoptar de manera legal su identidad de género autopercibida.
GUADALUPE JUÁREZ/ @lupjmendez
“Mi nombre es Benjamín y soy un hombre trans de 22 años. Comencé a decirle a la sociedad que era trans cuando tenía 18 años, pero supe que era diferente desde que tenía seis, supe que no era una niña y que jamás podría encajar como una”.
El testimonio es extraído de otros relatos que reúne la Asociación por las Infancias Transgénero, de las únicas en el país que asesora a las familias de niños, niñas y niñes trans.
El apoyo consiste en el acompañamiento escolar para la inclusión de infantes y adolescentes que inician su transición de identidad de género, así como orientación legal para el cambio del nombre del menor y acompañamiento con especialistas
En Puebla, 1.56% de los menores entre seis y 17 años de edad no se identifica como niño y hombre, niña y mujer y 1.01 como niña y niño o no se identifican con ninguno, de acuerdo con la Consulta Infantil y Juvenil 2018.
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Para lxs activistas trans en Puebla, la lucha que sigue es la del reconocimiento legal de la identidad de género autopercibida de las, los y les adolescentes.
Esto, después de haber logrado que en la entidad se aprobara la Ley Agnes, que reconoce el derecho a la identidad de las personas trans a través del cambio en actas de nacimiento, pero que sólo aplica para mayores de 18 años.
Por ello lxs activistas han comenzado a tejer redes con organizaciones de otros estados para que este derecho se extienda a las infancias trans.
“Estamos trabajando con las familias de infancias trans en Puebla y con agrupaciones de otras partes del país para que se les reconozca, porque se enfrentan a lo que nosotros hace unos años, a la discriminación y a la no aceptación”, dice a Manatí la activista trans Gabriela Chumacero.
En mayo de 2018, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) interpuso una acción de inconstitucionalidad al considerar que el Congreso del Estado discriminó a las infancias trans.
Ello, al reformar el Código civil del estado y sólo permitirles modificar las actas de nacimiento de acuerdo a la identidad autopercibida a mayores de edad.
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“La norma presupone que toda persona que no ha alcanzado la mayoría de edad es incapaz de definir su identidad de género que le permita acudir ante la instancia competente a solicitar la expedición de una nueva acta de nacimiento por haber discordancia entre el sexo con que se identifica y aquel que le fue legalmente asignado al nacer”, expusieron.
Hasta ahora, en México sólo en tres estados menores de edad pueden decidir sobre su identidad de género: Jalisco, en donde cualquier menor de edad puede hacer el cambio; en Ciudad de México y Oaxaca, estados donde sólo permiten las modificaciones de las actas de nacimiento en mayores de 12 años de edad.