Las irregularidades en la detención de Leslie de 26 años de edad evidenció la criminalización que han sufrido las mujeres dedicadas a la venta en línea y que entregan en el Paseo Bravo, en Puebla.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Leslie quiso evitar lo que todas las vendedoras en línea enfrentan en el Paseo Bravo: el acoso, los robos y los operativos de Vía Pública que les recoge su mercancía, aunque no sean vendedoras ambulantes.
Y así, junto a otras decidió que lo más seguro era entregar en un comercio establecido los pedidos que le hacían en línea. Por eso decidió alejarse del Paseo Bravo y refugiarse en una óptica a unas calles.
Leslie vendía sobre todo a sus amigas, les enseñaba sus productos por catálogo y luego hacía el pedido para después entregar el maquillaje que le compraban o los pares de calcetas que ofrecía, relata su padre, Jaime Alcántara.
Ella tiene 26 años de edad, estudió Ciencias de la Comunicación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y desde hace años se dedica a la venta de productos por catálogo y de calcetas.
La detención
La tarde de ese sábado estaba en la óptica junto a su mamá, cuando unos hombres que dijeron ser policías, la encañonaron, la sometieron y se la llevaron en la patrulla de la Policía Estatal 1092 y 1076 alrededor de las 14:17 horas.
Su madre intentó defenderla, la sujetó, forcejeó contra los otros sujetos que no se identificaron y evitaron que grabara cómo se llevaban a su hija. Estaba desaparecida, porque no aparecía en el Registro Nacional de Detenciones.
“Con tantos feminicidios y desapariciones de mujeres, pensamos lo peor, creímos que algo así le pudo haber pasado”, relata su hermana, que ha tenido que guardar su identidad por la criminalización que han sufrido las amigas de Leslie que quisieron apoyarla y también fueron criminalizadas.
Ana Angélica y su padre, Belén Verónica, Berenice y su esposo, así como Argelia también fueron detenidos.
La familia de Leslie relató que recibieron un mensaje del número de Leslie, en el que le aseguraba que la habían dejado en Amozoc y les pedía ir a recogerla. Cuando llegaron, también fueron detenidos.
Leslie fue presentada en el C5, ubicado en Cuautlancingo, hasta las 8 de la noche ante el ministerio público, no le dejaron hacer una llamada para avisarle a su familia de su detención.
Y desde ese momento –cuando su rostro ya inundaba las redes sociales reportada como desaparecida—la querían obligar a declarar que su detención fue en otro lugar y no a las 14:15 horas, como sucedió.
Criminalización
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) fijó un posicionamiento escueto en redes sociales al día siguiente, cuando su familia decidió manifestarse en el C5. Jaime, padre de Leslie, sólo pudo verla por unos minutos y hasta la mañana del lunes 24 de enero, sus abogados seguían bloqueados para conocer su situación jurídica.
En cambio, la SSP difundió un boletín en el que relacionaban a Leslie junto a otras seis personas como parte de una banda dedicada a comercializar y distribuir droga en establecimientos comerciales y otros puntos.
El reporte oficial decía que fueron detenidos con 194 dosis de cristal, 38 de mariguana, un arma de fuego y 100 cartuchos útiles.
A diferencia de otros comunicados, no había datos del lugar de la detención, ni detalles de cómo se dio la aprehensión, mucho menos informes del área de inteligencia de la SSP, que por lo regular, utilizan para dar sustento a las aprehensiones de bandas.
En su habitual conferencia matutina, el gobernador Miguel Barbosa Huerta se pronunció porque Fiscalía General del Estado (FGE) corroborara los elementos de la policía estatal para acreditar la detención de Leslie.
“No solamente es poder decir: pongo a disposición a una persona con una acusación cualquiera. No, se tiene que acreditar con pruebas”, dijo.
Marchan para pedir su libertad y frenar criminalización
La mañana del lunes 24 de enero, un grupo de mujeres que suelen entregar sus productos que venden por internet se manifestaron junto a la hermana y el padre de Leslie para exigir su libertad y parar la criminalización contra ellas.
“Ellas se fueron a otro espacio a entregar para no meterse en problemas aquí, para que la policía no nos robara, para que no nos quitara nuestras cosas el ayuntamiento, y qué casualidad que hasta en una ubicación privada llegan policías a levantar gente”, dijeron.
Las vendedoras –que se autodenominaron nenis– relataron que como medidas para evitar ser víctimas de algún delito optan por estar acompañadas, juntarse entre cinco personas que se dedican a lo mismo.
“Aquí en este gallo, en este espacio, donde ahorita estamos parados, han desaparecido a nuestras compañeras por horas y se las llevan sin más, sin más, diciendo que son el ayuntamiento”, acusaron.
La manifestación partió del Gallito –un reloj francés donado a los poblanos y que sirve como punto de encuentro en el Paseo Bravo—a Casa Aguayo, en donde los familiares de Leslie fueron recibidos por funcionarios públicos.
Al salir, a Jaime –padre de Leslie— le dijeron que todo estaba solucionado y que fueran al C5 porque ya habían dado la orden de revisar su caso.
CDH abre queja
La Comisión de Derechos Humanos (CDH) Puebla abrió un expediente de queja por la detención de Leslie.
A través de un comunicado, la CDH indicó que Leslie ratificó la queja contra elementos de la Policía Estatal, tras una entrevista.
Por tanto, se abrió la queja 316/2022 y la CDH anunció que comenzaría con las investigaciones por la aprehensión de la joven de 26 años de edad.
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Leslie Puebla
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