La Fiscalía de Puebla ignoró la denuncia de Adriana contra su pareja por violencia familiar y después pasó por alto la sustracción de su bebé de un año siete meses, a manos de la familia de su agresor.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Adriana Pérez Ventura fue violentada por Francisco Carlos, su pareja; primero fueron jaloneos, luego escaló a los golpes y su relación ha terminado con la sustracción de su hija de un año siete meses.
La primera vez que fue a denunciar la violencia familiar, el personal de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género en Puebla contra las mujeres intentó disuadirla de no hacerlo. Recuerda que su firma quedó en el libro de visitas en la entrada.
En lugar de respaldo, las personas que la recibieron le preguntaron una y otra vez si “estaba segura”, porque de lo contrario, era ella la que tendría problemas, cuenta Adriana.
Era 16 de junio de 2021, el personal logró disuadirla y se fue sin denunciar, porque después de horas de espera, quien la iba a atender se fue a comer.
Más violencia
Cuatro días después, cuando quiso dejar a Francisco Carlos, unos sujetos la secuestraron, abusaron sexualmente de ella y la dejaron en Chiapas. Adriana pidió ayuda a las autoridades en Puebla, pero sólo la apoyaron con llamarle a su familia para que fueran por ella.
“Cuando yo pedí ayuda, solamente mandaron a traer a mi familia para que fuera por mí, me dijeron que eso lo iba a superar con terapia”, relata.
Entonces, Francisco Carlos la dejó, pero la violencia continuaba. Tienen una bebé en común de poco más de un año de edad. Ella dejaba que conviviera con su familia paterna, pero el viernes 11 de febrero de 2022, ya no se la devolvieron. Fue sustraída por su familia de manera ilegal, acusa.
Desesperada, recurrió a las autoridades de nuevo en la Fiscalía General del Estado (FGE) y volvió a encontrarse desamparada, el personal le dijo que tenía derecho de estar con su padre, pero omitió el historial de violencia hacia Adriana.
“Les pido que por favor me la regresen, fui a la Fiscalía y no me hacen caso, no siguen la línea de investigación. Tengo miedo de que se la lleven, que pase como a muchos niños y que sus mamás ya no los volvemos a ver”, agrega.
El martes 15 de febrero, Adriana fue recibida en la sede principal de la FGE, encontró a toda la familia de Francisco Carlos, pero no llevaron a la menor. Ahora tiene que presentarse a un careo contra su agresor, al cual acusa de tener influencias en el DIF estatal.
“El dolor de no tener a tus hijos es más grande a que te violen, a que te tiren, te humillen y te maltraten, porque ya lo pasé, este dolor es más grande; pido que por favor, me devuelvan a mi bebé”, dijo.
