Personal de la Secretaría de Gobernación Municipal arrebató con violencia la mercancía a un adulto mayor que regresaba a su casa con sus artesanías de madera en el Centro Histórico de Puebla, sin identificarse y sin respetar el reglamento
GUADALUPE JUÁREZ/ @lupjmendez
Cerca de las 21:30 horas del miércoles, Jesús Francisco regresaba a su casa con sus artesanías de madera, cuando un hombre en El Carolino lo abordó, preguntó precios, y de inmediato apareció una camioneta sin rotular, con cuatro hombres en la batea, quienes le arrebataron con violencia su mercancía.
Los hombres iban sin ninguna identificación o distintivo de que fueran personal de la Secretaría de Gobernación Municipal, y la camioneta apenas tenía unas letras pequeñas, pero sin ningún logotipo del Ayuntamiento.
Jesús Francisco no recibió una primera advertencia o un llamado de atención verbal como marca el reglamento, antes de que le fuera decomisada su mercancía.
Tampoco le entregaron algún documento que validaba lo que se habían llevado y a quién se lo habían quitado, menos cómo lo podía recuperar. Los cinco hombres bajaron y sometieron al adulto mayor para arrebatarle el diablito con cucharas y palitas de cocina.
El artesano sólo contuvo las lágrimas y metió sus manos a sus bolsillos, ante la impotencia, pues es la tercera ocasión en una semana que se lo arrebatan.
“Se llevaron toda mi mercancía, tiene un valor de 5 mil pesos. Ya son tres veces que me pasa en menos de una semana”, narra Jesús Francisco, quien dice que para recuperar sus cosas, va al Ayuntamiento y paga una multa de 600 pesos.
Jesús Francisco suele caminar todos los días por la ciudad para ofrecer sus productos, y por lo regular no suele comercializarlos en el Centro Histórico por el temor que se los arrebaten, aunque no se pare a vender en el lugar.
En el día, el personal de Vía Pública, adscritos a la Secretaría de Gobernación, porta unos chalecos con logos del ayuntamiento, mientras recorren las calles a pie o en vehículos oficiales.
Esta no es la primera ocasión que se capta a funcionarios usando la violencia para despojar a comerciantes de su mercancía. A finales de mayo, un grupo también sin identificar de inspectores, sometieron a un vendedor de chicharrines en el suelo.