En municipios aledaños a la Cuenca del Alto Atoyac se han tenido las tasas de mortaldiad más altas por enfermedad renal crónicas.
Durante los últimos 30 años comunidades de Puebla y Tlaxcala que se encuentran cercanos a la Cuenca del Alto Atoyac han tenido las tasas de mortalidad más altas por enfermedad renal crónica en jóvenes, informó el Gobierno de México al presentar el Plan Integral de Atención y Prevención de Daños a la Salud en la Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac, Tlaxcala, así como el informe científico sobre el tema.
El documento, en el que participó la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) también identificó las principales dinámicas contaminantes en las regiones, entre las que se encuentran procesos industriales y agroindustriales, aguas negras y contaminación atmosférica.
“Los resultados y recomendaciones de este primer informe, único en su tipo, muestran que, desde 1990 —como resultado de este desarrollo con regulación y planeación inadecuadas en términos de impacto a las comunidades de Tlaxcala y Puebla—, se han tenido las tasas de mortalidad más altas por enfermedad renal crónica en jóvenes y que, una parte muy importante de ellos, están sujetos a diálisis extraperitoneal, que es la fase terminal de esta enfermedad y primera causa de egresos hospitalarios en 60 por ciento de los municipios de la región de emergencia socioambiental”, dijo la directora general del Conahcyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces
Asimismo, explicó que mediante casi una decena de Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia (Pronaii) se han invertido más de 150 millones de pesos en la atención de estas comunidades donde habita casi 80 por ciento de la población de Tlaxcala y 42 por ciento de Puebla, las cuales presentan tasas de incidencia, prevalencia y mortalidad de enfermedades prevenibles mucho mayores a los promedios nacionales.
Por otra parte, el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Alejandro Svarch Pérez, dio a conocer que 10 tomas domiciliarias en Tlaxcala presentaron falta de cloración, y una registró concentración de plomo cinco veces más alta que lo establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM).
Ante estos resultados, Cofepris elaboró una evaluación de riesgos relacionados con la calidad del agua de uso y consumo humano distribuida por sistemas de abastecimiento de los cinco municipios en los que se estableció vigilancia, la cual fue enviada a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como a las comisiones estatales de protección contra riesgos sanitarios y a los gobiernos municipales para su conocimiento y la puesta en marcha de acciones correspondientes.
La representante del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), de la Secretaría de Salud, Gabriela Domínguez Cortinas, sostuvo que esta dependencia desarrolló acciones dirigidas a la reducción de los daños por la exposición humana y fortalecimiento de las capacidades diagnósticas del personal médico, sobre todo de primero y segundo nivel de atención.
El objetivo, detalló, es brindar atención médica adecuada a toda la población afectada, generar un sistema especial de vigilancia epidemiológica de casos de riesgo, tanto de exposición como de daño, y desarrollar programas de comunicación de riesgos, elaborados a partir de la toxicología para promover prácticas de autocuidado en las poblaciones.
Por último, reportó que el 28 de septiembre inició la capacitación en toxicología clínica para personal médico del primer nivel en los municipios más afectados.
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