Durante la marcha 8M de Puebla hubo una niña herida, agresiones a manifestantes y hasta detenidas que horas mas tarde fueron liberadas; esta es la crónica de lo que ocurrió.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
El Palacio Municipal amaneció rodeado de una gran muralla, algo que no se había visto en los últimos cinco años en ninguna protesta del 8M, barras de metal soldadas con algunas rendijas para observar desde el interior.
Transcurrió el día, los cánticos y las protestas no lo atravesaron, no lo hizo la exigencia de los comerciantes por el feminicidio de Meztli Sarabia, no lo hizo el de las madres buscadoras que se limitaron a un reducido espacio en el zócalo de Puebla, también blindado.
#8M🟣📢| Mujeres buscadoras del colectivo @VozdelosDesapa llegan al zócalo de Puebla.
— Manatí – Noticias desde Puebla (@Manatimx) March 8, 2024
Por cierto, el @PueblaAyto está recibiendo a las manifestantes con una gran valla metálica; no se veía este blindaje desde hace mucho tiempo.
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Tampoco lo hicieron los gritos de exigencia de justicia hechos por las familias de víctimas de feminicidio, acoso, violencia vicaria, violación e infancias tomados de las manos de sus madres que pasaron frente a esa muralla y que la única huella que dejó su paso fueron carteles con frases, huellas de sus manos con pintura morada y stickers.
Un grupo de mujeres comenzó a golpear con sus manos las barras de mental frente a ellas, otro tanto se unió para hacer los mismos, los golpes con la palma no bastaron y empezaron a patearlas, con furia y con suficiente fuerza para que algunos policías con su equipo antimotines se colocaran detrás de las barras.
“Esas morras, sí me representan, esas morras, sí se me representan”, coreaban las participantes de los diferentes contingentes que observaban y extasiadas se unían a patear la muralla.
Fotógrafas y reporteras comenzaron a grabar de cerca, cuando una gran nube de polvo azul se levantó, muy tenue, que terminó por pintar su equipo, su ropa y el cabello de las asistentes.
En redes, Frida Azul, documentaba como una niña fue golpeada con una piedra por las autoridades que arrojaron desde la muralla.
Las mujeres respondieron, pateaban con más fuerza que en la primera ocasión, pero ahora con mangueras las empezaron a mojar desde el interior, desde unos metros era posible observar a uniformados y personas que no lo estaban organizándose al interior de la muralla.
Algunos con extintores en manos, otros con artefactos que desprendían gas que irritaba los ojos, la garganta y que por momentos tardaba en disiparse, hasta que al detonar uno de ellos lastimó a la reportera Fernanda Escobedo de E-Consulta y la fotoperiodista Bibiana Díaz de El Sol de Puebla.
Ambas terminaron con los ojos irritados e intentando quitarse los efectos del gas, mientras en redes se publicaban fotografías de “hombres infiltrados” que no estaban en las protestas de mujeres hasta después de las publicaciones.
Los infiltrados
En la 2 Sur, en donde ya no había un espacio sólo de mujeres y periodistas varones cubrían la protesta de lejos, comenzaron a aparecer hombres que “ayudaban” a intentar derribar las barreras de metal.
El gas seguía saliendo con más intensidad sin importar si eran hombres o mujeres, su efecto llegaba hasta las personas que apoyaban las acciones de lejos, quienes se limitaron a usar sus cartulinas para disolver la nube encima de ellos.
Los policías municipales salían de la 2 Sur corriendo en diversas ocasiones, en varias sin control, llevándose a los hombres que estaban cerca, sin preguntar, a uno de ellos que era reportero, lo cual impidieron sus colegas.
Otro hombre fue detenido, mujeres intervinieron para que no se lo llevaran, pero minutos después policías continuaron con las detenciones, esta vez de un sujeto que supuestamente agredió a una manifestante.
El enfrentamiento continuó, la policía municipal no dejó de aventar gas, amarillo, azul, blanco, acompañado de manguerazos de agua y unos extintores que sostenían de manera visible a veces sin usarlos.
Una veintena de policías salió para colocarse frente a la valla, intentando que ya no se acercaran más mujeres a ella, hasta que anocheció.
Detenidas
Por unos minutos hubo calma, la policía había ganado terreno, las manifestantes que golpeaban las láminas de la valla ya se habían dispersado, se escuchaba a lo lejos el ritual anual de otro contingente en el que queman cartulinas y comparten sus testimonios.
Hasta que una joven corría por el zócalo seguida por policías municipales, quienes lograron alcanzarla, la jalonearon y arrastraron, sin mencionar por qué la detuvieron.
🚨| Elementos de la Secretaría de la @SSC_Pue detuvieron a una joven que se manifestaba en el zócalo de Puebla; hasta el momento se desconocen los motivos.
— Manatí – Noticias desde Puebla (@Manatimx) March 9, 2024
Mujeres piden su liberación.
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Mientras ella alcanzó a gritar que se llamaba Michelle, otra mujer era detenida por más policías.
Junto a Michelle alcanzaron a acompañarla periodistas que documentaban cómo se la llevaban, entre ellos Edgar Guzmán de Ángulo 7, quien confrontó a los uniformados para saber los motivos de la detención, aunque fue empujado hacia la cortina de un negocio.
#Enterate || En medio de la movilización por el #8M2024 en #Puebla y tras la detención #MichelleRomeroSánchez, la policía municipal @SSC_Pue agredió a nuestro reportero @Edd_Eddiiy.
— Ángulo7 Noticias (@angulosiete) March 9, 2024
Asimismo, 3 reporteros más fueron agredidos. Más información aquí:
https://t.co/5khol4KEN8
Otros que alcanzaron a documentar cómo se llevaban a la joven fueron agredidos y les impidieron grabar.
Del lado del zócalo, una policía municipal negó que hubiera detenidas ante la protesta de más jóvenes que exigían saber de Michelle, mientras el ayuntamiento se iluminaba de violeta y la muralla del Palacio Municipal permanecía intacta.
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