Con más de 50 años de experiencia, Doña Tina se ha convertido en un ícono en la elaboración del chile en nogada en Calpan; ella también fue la primera ganadora de un concurso en Puebla.

GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez

San Andrés Calpan.- Se llama Faustina Guerrero Blanca, pero toda la vida le han dicho “Tina” y ahora el pueblo entero la conoce como “Doña Tina”, la mujer que le ha puesto el corazón a su cocina y en especial a los chiles en nogada.

Desde que tenía 10 años preparó su primer platillo típico, cuando su madre recién había dado a luz a su décimo hijo y era el cumpleaños de su padre, quien sólo comía chiles en nogada ese día.

Así, tomó su pelador y los duraznos, peras y manzanas que llevó su papá, limpió las frutas, sazonó el ajo, la cebolla, las manzanas, las peras, el durazno y el jitomate, y preparó en un bracero de barro el primer platillo causando el asombro de unas monjas del convento Franciscano que se encuentra en el municipio.

Después, no sólo le preparó a su papá su platillo favorito, lo hizo para las catequistas y los frailes del convento.

Pasaron los años, se casó con Tomás Merino Morales, quien a finales de los 90 se convirtió en presidente municipal y en una visita del entonces gobernador Manuel Bartlett le ofrecieron chiles en nogada, porque consideraba que de todos los platillos típicos de Puebla, era el más fino.

En 2001, la vida de doña Tina cambió, al igual que la del municipio entero y sus habitantes, cuando la invitaron a un concurso de Chiles en Nogada en la capital poblana.

Recuerda que su esposo compró platos de talavera y caballitos para el tequila, que ese día tenía que preparar 150 chiles en nogada y cómo Chepina Peralta, una mujer que era una cocinera famosa, probaba los duraznos, la sopa, el picadillo y veía cada chile que tostaban.

Doña Tina pensó en que tenían que ganar un tercero o segundo lugar, con lo que recuperarían algo de lo invertido, pero sus esperanzas se esfumaron cuando escuchó que dijeron el tercer lugar y luego el segundo, ninguno de esos era ella.

Pensó que mucho menos aspiraba al primer lugar, hasta que dijeron su nombre y Chepina Peralta invitó a comer a todos a Calpan para celebrar.

La gente fue, Doña Tina preparó varios chiles en nogada en las puertas del convento, al año siguiente no sólo ella preparó el platillo típico, lo hicieron sus hermanas y conocidas, luego sus vecinas, hasta que cada año después de varios concursos que ganó, el ayuntamiento prefirió organizar una feria anual.

La popularidad de Doña Tina subió como la espuma, era la mayor de 10 hermanos, pero a sus hermanas mujeres, les llegaban a decir “tinas” por ella.

Su esposo compró un pedazo de una propiedad frente a la presidencia municipal, pensó en cada detalle del lugar para que Doña Tina pudiera sentirse importante.

En las paredes colocó lozas de talavera, los platos en donde sirve los chiles en nogada los personalizó con la leyenda “Doña Tina”, cuando por fin terminó cada detalle del lugar en 2020, falleció.

A sus 65 años Doña Tina quiere seguir cocinando para los demás, dice que cualquier preocupación o enojo se esfuma cuando entra a la cocina, atiende al comensal, les ofrece un vino o alguno de los licores que ella misma prepara, porque dice que si lo hace con amor, todo lo que cocina sabrá exquisito.

“Es como una medicina todo el tiempo”, dice, mientras extiende sus manos y ofrece un poco de su corazón en el chile en nogada que preparó.

¿Dónde visitar a Doña Tina?

En San Andrés Calpan en Calle 16 de Septiembre número 39, frente a la presidencia municipal.

¿Costos?

Tiene varias opciones, un chile pequeño de 150, uno mediano de 200 y uno grande de 250 pesos

Tiene paquetes en los que ofrece una sopa campesina, spaguetti, el chile en nogada y duraznos el almíbar como postre, acompañado de un caballito con la bebida que ella misma prepara, como vino de durazno o de tejocote.

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