La lucha por la justicia para la activista Cecilia Monzón pareciera estar a punto de terminar con un paso más: el de la sentencia que concluye que sus tres feminicidas son culpables, incluido el expriista Javier López Zavala
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
“La única diferencia entre mi hermana y yo es que yo no me topé con un feminicida”, dice Helena Monzón cuando se le quiebra ligeramente la voz al parafrasear a la escritora mexicana Cristina Rivera Pacheco.
Ha sido una jornada larga en una de las salas del Tribunal de Enjuiciamiento del Poder Judicial de Puebla, ubicadas a un costado del Penal de San Miguel, donde el exsecretario de Gobernación y sus cómplices esperan su condena tras ser declarados este martes 23 de diciembre culpables del feminicidio de la activista ocurrido en 2022.
Helena se mantiene serena y estoica ante las menos de siete cámaras de celular que la rodean a la salida del Tribunal, pero sin ocultar la emoción de acercarse cada vez más a las condenas contra los responsables del feminicidio de su hermana con una tímida sonrisa.
Este día que quedó marcado en la historia, el Tribunal de Enjuiciamiento evidenció que Javier, quien algún día fue uno de los hombres más poderosos del estado, ordenó el feminicidio de su expareja y la madre de su hijo.
En los últimos meses, las redes y publicaciones de columnistas volcaron la discusión ya no en la justicia para Cecilia, sino en las supuestas faltas de pruebas, victimizando a los acusados y con ataques anónimos con insultos hacia Cecilia y su familia.
Incluso, a unas horas de conocerse el fallo, perfiles falsos se dedicaron a remarcar la supuesta soledad de Helena, quien ha sido el rostro visible de la lucha de justicia de su hermana desde España y viniendo ocasionalmente a México para presenciar parte del juicio.
Durante los últimos tres años, activistas feministas algunas amigas de Cecilia y otras conocidas han acompañado a Helena tanto a la distancia como afuera de los juzgados con girasoles y una lona en las manos para exigir justicia.
Esta noche, en la que los moscos penetran la piel de quien sea y el frío se hace menos soportable con el paso de las horas, no es la excepción.
Al conocerse que el exaspirante a la gubernatura Javier López Zavala, su sobrino Jair Domínguez y Silvestre Vargas eran culpables, las activistas de Por las Mujeres de Puebla se fundieron en un abrazo.
“Se han sentado conmigo en momentos a veces más oscuros, han estado ahí, dispuestas a luchar siempre y no sólo con Ceci”, remarca.
De acuerdo con Helena, el caso de su hermano Cecilia puede marcar un precedente para que las familias en Puebla sepan que la Fiscalía General del Estado puede hacer su trabajo en temas de género.
Broche de oro
Para Helena y su familia el broche de oro para este proceso judicial que duró más de ocho meses serían las condenas de 60 años para los tres feminicidas, otra lucha que continuará el 31 de diciembre de 2025.
“Un broche de oro esperamos, pero vamos a luchar por 60 años (…) ahora me siento emocionada, han sido muchos meses y muchos años, sobretodo agradecida a quienes han estado adentro conmigo y con mi familia, y en ese sentido, comprometida a seguir luchando con esas condenas para que sean las más altas”, declara.
Mientras ella habla, al fondo, hay varios hombres con traje y sosteniendo un maletín de piel que salieron de la misma sala del Tribunal de Enjuiciamiento que la hermana de la activista observan a las y los reporteros, pero no se acercan.
Al terminar la entrevista con medios, Helena también sostuvo la lona, alzó el puño derecho, escuchó la canción de Vivir sin Miedo con el nombre de Cecilia en los versos y abrazó a cada una de las activistas para agradecerles su apoyo. El final de la lucha está cerca.
