Para los musulmanes, las mujeres disfrutan plenamente de sus derechos; el Islam sostiene que antes de su aparición, la mujer tenía una condición similar a la de los esclavos, pero es el Corán el texto que recuerda la igualdad de hombres y mujeres.
Por Nuria Bermúdez / @Renbyh
Actualmente, para la mayoría de las mujeres ejercer el voto, vestir pantalones, manejar un automóvil o salir a la calle sin pedir permiso son acciones cotidianas y sobre todo comunes, sin embargo, para las mujeres musulmanas no es totalmente igual. El Corán, es el texto sagrado donde se describen las acciones para la vida cotidiana, establece una relación de forma asimétrica entre hombres y mujeres; se basa en la concepción de que la mujer fue creada a partir del hombre y por ello tiene un papel secundario frente a él.
El Corán establece normas que permiten y regulan la poligamia, como elemento de desigualdad entre hombres y mujeres; el hombre quién elige cuántas mujeres desea tener. Sin embargo, cuando existe divorcio, los hijos pertenecen al padre, como en la película no sin mi hija (está en Netflix).
No se contempla el celibato, y expone a la mujer como servidora de los hombres en todas las tareas de procreación, por otro lado, la mujer que es acusada de cometer adulterio debe ser recluida en su casa, siempre y cuando se testifique con cuatro testigos, pero de no existir, basta la palabra del esposo para la acusación.
El tema del velo, es uno de los más interesantes, pues el Corán no establece una norma específica sobre cubrir la cabeza, sino que es el resultado de diversas interpretaciones sobre el recato de las miradas, no mostrar más adornos, cubrir el pecho con velo y sobre todo mostrar más allá del rostro a los maridos, hijos, hermanos…
Cabe resaltar que es desde una visión occidental, pues para los musulmanes, las mujeres disfrutan plenamente de sus derechos; el Islam sostiene que antes de su aparición, la mujer tenía una condición similar a la de los esclavos, pero es el Corán el texto que recuerda la igualdad de hombres y mujeres.
Para el Islam, el uso del velo se remonta al judaísmo, pues son las mujeres judías las primeras en usar el velo en un sentido religioso, además sostienen que la biblia de los cristianos también ensalza el uso del velo, la imagen de la virgen María es exaltada con el uso de un velo, así como las religiosas, las mujeres hindúes, eso sin contar que antes del Concilio Vaticano II, el uso del velo era una práctica común en los ritos católicos.
La perspectiva de los musulmanes, claramente es diferente a la que se tiene en Occidente, si la mujer es o no objeto de discriminación en el Islam, es un debate que puede prolongarse eternamente, lo cierto es que la mujer en todos lados, en todos los momentos de la historia se ha tenido que enfrentar no sólo a un sistema que la oprime, a las limitaciones que ella en su pensamiento ha creado, pero es indudable que las complicaciones aumentan cuando es su sistema de creencias quien le pone los obstáculos.
Un paso a la vez, las mujeres musulmanas se han creado sus espacios de participación, pero también han sido objetos de ataques de los sectores radicales de su propia fe.
