“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo estoy aquí…resucitando”

Por Gustavo Ramírez / @Taboobs

Muchas de las mejores cosas que hemos visto, escuchado o leído, han surgido, casi siempre, de una idea pequeña que se alimenta de las ganas de compartir con el mundo aquello que sentimos o aquello en lo que creemos. Las historias que escribimos sobre la búsqueda de nuestros sueños suelen estar acompañadas de una vasta lista de tropiezos y alguna que otra alegría.

En ocasiones, abandonar nuestras primeras empresas es necesario para iniciar otras nuevas. Este espacio que hoy se ofrece como una ventana para ver el mundo desde una perspectiva diferente, es el resultado de la renuncia a una aventura inicial. Aquella que diera, a quienes tenemos el honor de haber integrado a Café Radio, la posibilidad de equivocarnos pero, sobre todo, de aprender. Ahora nos llega el nostálgico momento de convertir en historia aquél sueño.

En este tiempo hemos escuchado, muchas más veces de las quisiéramos, algunas voces que nos ofrecían la posibilidad de rendirnos. Sin embargo, con mucha convicción y un poco de necedad, nos encontramos en el umbral de un sueño que comienza a materializarse. Aunque ha sido duro, despedirnos de Café Radio es la oportunidad de ver surgir a un Manatí que se arroja, con valentía, experiencia y nutrido de la energía de un grupo de amigos, a un mar de retos.

Entre otros muchos temas, a este Manatí lo acompañarán sonidos tersos y suaves, poderosos y salvajes, que encontrarán su hogar en esta columna. Aquí hablaremos de la música que desde los oídos nos recorre el cuerpo como caballos desbocados. Aquí vivirán las canciones que nos hacen sentir como si hoy fuera el último día de nuestras vidas, esas que al escucharlas nos dan ganas de agitar el cabello, despegar los pies del piso y gritar al unísono.

Despido esta primera participación haciendo una remembranza a la negra tucumana y a los geniales Tepetatles: tantas veces nos mataron, tantas veces nos morimos. Sin embargo estamos aquí…resucitando con muchísima fuerza para aplastar al mundo moderno con gran riesgo y mucho ruido.

Bienvenidos a Manatí.