Suele atribuírsele a Platón aquella frase que dice “Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra”. Si la entendemos en sentido estricto tiene toda la razón, una guerra no termina en el momento en que se firma la paz; una guerra tampoco termina en el momento en que un ejército es vencido; la guerra no termina; las consecuencias y posteriores implicaciones que posee hacen de éste hecho uno de los más indeseables y por demás inacabados.
Siria no es ni será la excepción, la guerra que inició como una insurrección civil en enero de 2011 al día de hoy ha generado cientos de muertos y millones de desplazados en todo el país, mismos quienes escapan de la cruenta violencia que azota al país y llegan en oleadas masivas a países de Europa, generando así una nueva crisis humanitaria y de migración. En las últimas semanas la fotografía desgarradora de un pequeño niño sirio ahogado en costas turcas generó tal conmoción a nivel mundial que decenas de países han volteado -incluso por primera vez- a Siria para estrechar los lazos diplomáticos y recibir a los miles de desplazados por la guerra.
La pregunta perenne en esta situación se resume a cómo es que Siria terminó en una guerra civil que prácticamente ha destruido al país entero; es un hecho que se vio influido por la Primavera Árabe en la que algunos países de Medio Oriente como Túnez derrocaron a sus gobiernos autoritarios, sin embargo, ¿qué fue lo que salió mal en Siria? La serie de trágicos acontecimientos inició de la siguiente manera:
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En la ciudad sureña de Daraa una reducida manifestación de no más de 30 personas fue disuelta violentamente tras gritar la consigna de “Dios, Siria y Libertad”.
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El 18 de marzo de 2011 en diversas ciudades de Siria se congregaron cientos de personas para lanzar consignas en contra de la corrupción gubernamental y la represión de las fuerzas policiales en la ciudad de Daara en la que murieron 3 personas.
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Para el 20 de Marzo el diario El País reportaba el tercer día de protestas ininterrumpidas en las que se había prendido fuego a la sede del partido gobernante Baaz y en la que durante la movilización policíaca un protestante había resultado muerto.
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15 estudiantes fueron detenidos en la ciudad de Daraa por realizar pintas en una escuela con frases revolucionarias, miles de personas salieron a las calles a protestar pidiendo su liberación inmediata en Damasco.
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Para el 24 de marzo la policía abrió fuego en contra de manifestantes que se dirigían a un funeral en Daraa, el presidente Al Asad destituyó al gobernador de dicha ciudad para tratar de enfriar las protestas.
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Las protestas son tan numerosas que el Ejército Sirio tiene que intervenir, en la misma ciudad de Daraa las fuerzas armadas asesinan a 57 personas, para finales de marzo el presidente disolvió a su gabinete con lo que dio una primera muestra de apertura política, misma que no fue suficiente.
A partir de este momento el régimen Sirio perdió de sus manos el control de las protestas y de las movilizaciones, el contagio de la Primavera Árabe era inminente con lo cual en gran parte de la población siria se implantó una nueva concepción de apertura gubernamental, rendición de cuentas y democracia institucional. La vía pacífica ya no era una opción, la violencia con la que el gobierno respondía provocó la conformación de pequeños grupos de civiles armados y desertores del ejército quienes desde ese momento se han enfrentado a las fuerzas del Estado, cobrando sólo en 2011 y 2012 más de 60,000 vidas.
Ya en el año 2012 el número de rebeldes sirios aumentó considerablemente, sin embargo no fueron suficientes para derrocar al gobierno del presidente Al Asad, por otro lado el gobierno de Siria ha recibido ayuda de Rusia, China y el grupo terrorista Hezbollah lo cual le ha permitido permanecer en el poder perpetuando de esta manera el conflicto civil-militar. A pesar de los esfuerzos de los Estados Miembros de la ONU, el Consejo de Seguridad de dicho organismo poco pudo hacer en contra de las medidas adoptadas por Siria debido al veto promovido por China y Rusia respectivamente en favor del régimen Sirio.
Para el mes de agosto de 2012 el presidente Obama anuncia la intervención de Estados Unidos en el conflicto, de tal modo que establece el apoyo a los rebeldes sirios con recursos económicos y con armamento militar. Para inicios del año 2013, existe la clara sospecha y evidencia sustancial de que el régimen sirio de Bashar Al Asad ha utilizado armas químicas prohibidas en contra de la población civil; para mayo del mismo año la ONU estima que la cifra de muertos desde el inicio del conflicto ha superado los 100,000. En septiembre de 2013, la cantidad de desplazados por la guerra se contabilizan en 6 millones mismos quienes se han refugiado en Líbano, Jordania, Turquía e Irak.
En ese mismo mes Estados Unidos declara que tiene la aprobación de nueve naciones para atacar al régimen de Siria, Rusia responde de manera inminente asegurando que mantendrá su apoyo militar y lo reforzará si es necesario en caso de que EU ataque al país; en la cumbre del G-20, la mitad de los países convocados firman un acuerdo para apoyar la intervención militar en Siria; sin embargo el régimen de Al Asad responde positivamente comprometiéndose a entregar a la ONU su armamento químico con la condición de evitar una incursión militar extranjera en su país.
A mediados del año 2014 y a pesar de la crisis en la que tiene sumido a su país, el presidente Al Asad es reelegido como titular del poder ejecutivo, por otro lado la ONU hace un llamado a todos los Estados Miembros a que recauden poco más de seis millones de dólares para destinarlos a los rubros de asistencia médica, alimentos, agua y refugio para los habitantes de Siria, estimaciones de la propia organizacione afirman que tres cuartas partes de los habitantes en Siria requieren de algún tipo de ayuda. Para el mes de agosto del año pasado, la cantidad de personas asesinadas se contabilizó en más de 200,000.
El único momento en que el ejército sirio, los rebeldes armados y el apoyo internacionalhan conjuntado sus fuerzas sucedió al enfrentarse al Estado Islámico quien aprovechando la debilidad de Siria durante el conflicto armado interno, penetró a través de sus fronteras logrando así controlar posiciones estratégicas del país árabe. Para finales del mes de julio de 2014, el gobierno de Siria había perdido por completo el control de sus fronteras con Líbano e Irak.
La estadística a inicios de 2015 no era alentadora puesto que se sumaron a la lista de decesos más de 75,000 personas y no se sabía el paradero de otras 50,000, por otra parte la crisis migratoria se agrava, Líbano no puede contener más la oleada de refugiados que huyen de Siria, la incursión hacia el Mar Mediterráneo cobra en los primeros cuatro meses del año 1,700 vidas; la mayor parte de los Sirios pretenden llegar a la costa griega, mientras que ese país contabiliza un ingreso de casi 100,000 refugiados. Sin embargo Turquía es quien verdaderamente hace frente a la migración siria, pues ha acogido en el mes de julio a más de 16,000 refugiados.
El drama migratorio llegó a la cúspide cuando los primeros día de este mes de Septiembre, una imagen desgarradora impactó al mundo entero, un niño sirio perecía ahogado en las costas turcas tras el naufragio de una embarcación que lo llevaría a una nueva vida; la Unión Europea busca medias de emergencia que resuelvan la crisis que cada día se sale más de control; países europeos y americanos alzan la voz y extienden una alternativa para acoger a miles de refugiados; por su parte los países ricos del Golfo Pérsico se mantienen estoicos y poco hacen por recibir a los refugiados, países como Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos o Qatar se han limitado a auxiliar a un par de campamentos sólo con material básico, a pesar de contar con rentas anuales superiores a todos los países de Medio Oriente, incluso en su conjunto.
El conflicto en Siria está lejos de terminar puesto que no existe voluntad política ni moral para hacerlo; la crisis humanitaria y de migración escribe un nuevo capítulo en la historia de un país que se desmorona por dentro y que no pudo ver el florecimiento de la Primavera Árabe.