Por Florencia Luján de Distintas Latitudes / Fotografías: Bruno Grappa.
Cierro mi computadora, la dejo sobre la mesa del comedor y camino hacia la habitación de mi mamá, ella está acostada hace cinco minutos mirando Animales Sueltos, un programa de televisión del conductor argentino Alejandro Fantino. “El tema que atraviesa a la sociedad es la despenalización del aborto, por eso en unos minutos vamos a hablar con ellos, que tienen posiciones muy interesantes”, relata el presentador.
Miramos el programa en silencio, por momentos hacemos uno que otro comentario al respecto, hasta que mi mamá se acomoda entre sus almohadas (para dormir siempre utiliza tres), y me dice sin rodeos: “Mi mamá se hizo un aborto, creo”. Pienso en esa abuela que no conocí y me hago algunas preguntas que nunca tendrán respuesta: ¿en qué condiciones habrá abortado?, ¿habrá querido realmente abortar?, ¿estaría ella a favor del aborto legal?
MARTES 12 DE JUNIO, 17.25 HORAS (PANTALLA DEL CELULAR)
Bruno me pregunta por WhatsApp si viajo el miércoles a Buenos Aires, además quiere saber si me interesa que cubramos la #Vigilia13J, que organizan desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Desde hace un tiempo vivo en Urdinarrain, una ciudad situada en la provincia de Entre Ríos, que está a 290 kilómetros de distancia de la ciudad de la furia, por lo que ante acontecimientos coyunturales me toca viajar.
Organizo mentalmente mi agenda semanal, tengo que entregar dos notas, corregir una relatoría, contactar a dos entrevistadas, dar clases en el colegio secundario de mi ciudad, reunirme por trabajo con una amiga y además respirar. Sin embargo, no dejo de pensar en los hashtag #HagamosHistoria y #AbortoLegalYa. Entiendo que no me permitiría vivir un momento histórico para las mujeres argentinas, y de América Latina, desde la pantalla de mi celular.
MIÉRCOLES 13 DE JUNIO, 17.00 HORAS (BUENOS AIRES)
Pase lo que pase hoy hacemos historia, pienso y encaro Avenida Corrientes, estoy a diez cuadras del Congreso de la Nación Argentina, donde por primera vez el proyecto de despenalización del aborto es discutido en la Cámara de Diputados. La iniciativa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito obtuvo dictamen de mayoría en comisiones con 64 firmas a favor, contras 57 de rechazo: la votación en el pleno se presenta muy peleada.
La sesión en la Cámara de Diputados comenzó a las 11.25 horas.
Me quedan cinco cuadras para llegar al Congreso, me encuentro con una amiga que no veo hace tres años, quizás un poco más, nos abrazamos fuerte y nos organizamos para cubrir lo que en Twitter se difunde como una #SesiónHistórica. Decidimos cruzar al “lado celeste” a conseguir algunos testimonios y tomar algunas fotografías, entonces escondemos nuestros pañuelos verdes en la mochila y comenzamos a caminar por Avenida Callao, mientras hablamos de todo un poco.
“Estamos acá para defender la vida y demostrar que queremos una propuesta más saludable, tanto para la mujer como para el niño”, cuenta Mariela (35), quien viajó desde la ciudad de Mar del Plata, ubicada a 451 kilómetros de Buenos Aires. “Proponemos acompañar a la mujer desde el primer momento, que haya políticas de salud pública, educación sexual y centros de contención para la mujer y el niño, no queremos matar a nadie, queremos salvar a las dos vidas”, finaliza su testimonio.
La Plaza del Congreso está dividida en dos partes, sobre Avenida Entre Ríos se encuentran las personas que están en contra de la despenalización del aborto, para quienes estamos en la zona ese es el “lado celeste”, donde se ubican los #AntiAborto. Mientras que en Avenida Callao permanecemos todos y todas las que estamos a favor del proyecto elaborado por las compañeras de la campaña; del “lado verde” se concentran las mujeres que desde hace 13 años exigen en las calles el #AbortoLegalYa.
No es fácil cruzar al “lado celeste”, la seguridad no nos deja avanzar pero aún así insistimos, a medida que nos acercamos podemos ver un importante despliegue policial alrededor del Congreso, que nos hace sentir bastante inseguras, la verdad. Logramos pasar algunas vallas de seguridad, ya estamos sobre Avenida Entre Ríos y nos sorprendemos de la poca convocatoria, considerando que ya son las 18.30 horas y del otro lado, el verde, desde la mañana era complicado moverse, por motivo de tanta gente.
Tanta gente no, perdón. Somos miles. Ah, no, pará: somos un millón.
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VIGILIA DEL 13 DE JUNIO: EL ABORTO SERÁ LEY
El reloj de una cafetería marca las 19 pm y ya somos un millón de mujeres en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, preparándonos para lo que será la #Vigilia13J, donde esperaremos los resultados de esta sesión histórica en el país. Pido un café porque la noche será larga, transcribo unas escenas en mi anotador y le escribo a una amiga para encontrarnos, también hace tiempo que no la veo, estamos a una cuadra de distancia pero me demoro media hora en llegar por el tumulto. Perdón, por la marea verde. Repito, somos un millón.
En el camino converso con unas mujeres que viajaron desde la provincia de Chaco ━donde el año pasado se realizó el 32° Encuentro Nacional de Mujeres━, para vivir en primera persona todo lo que sucede frente a nuestras narices ahora. A nuestra derecha hay un escenario en donde constantemente se presentan artistas argentinas que están a favor de la ley, a nuestra izquierda hay un puesto de hamburguesas de donde emana ese olor característico de todas las marchas.
“Hay olor a ley”, me dice la chaqueña y se ríe.
Tomo mi celular que tiene un 25 % de batería, chequeo la temperatura, hacen 6° grados, entro al grupo de WhatsApp que tenemos con mis tres hermanas, mi hermano y mi cuñado, y les escribo: “DEL LADO VERDE NO HACE FRÍO ?”. Finalmente me encuentro con mi amiga, sonreímos y nos abrazamos, estamos cerca del escenario donde en este momento la cantante Miss Bolivia recita su canción “Paren de matarnos”, su voz se entrecorta por la emoción, no es para menos pienso.
Se me eriza la piel.
Más tarde sube al escenario la actriz y cantante Jimena Barón, que comenzó su show con “La Tonta”, un tema que en mi opinión atrasa 100 años, pero reconozco que para muchas adolescentes y jóvenes es el himno del empoderamiento femenino. Nunca en mis 25 años imaginé que iba a presenciar un momento como el que nos regaló Jimena Barón, la marea verde no para de moverse, es tanta la presión que detrás mío explota un vidrio del Banco Provincia y comienza a sonar la alarma.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota son la banda de rock más convocante de Argentina, quienes lean esta crónica seguramente dirán que soy exagerada, pero sentir como una vidriera se hace añicos con “La Tonta” sonando de fondo es mucho. Sin embargo celebro a todas esas mujeres que cantan, bailan, saltan, ríen y lloran con total libertad frente a mí, por esto mismo luchamos durante tantos años, y aunque aún nos queda mucho por trabajar, es hermoso sentirse viva y libre entre tanta gente.
Dentro de estas manifestaciones sociales no todo es risas y abrazos, también hay lugar para los insultos, los empujones y algún que otro encontronazo producto de la euforia, el alcohol y las drogas, esta no fue la excepción así que nos toca calmarnos. La madrugada nos encuentra acurrucados y acurrucadas frente a fogatas, escuchando el minuto a minuto de una votación que está ajustada, sin embargo no perdemos la esperanza de irnos de esta plaza con nuestros pañuelos verdes flameando en lo alto.
Mis amigas se fueron a sus casas así que me toca deambular sola sobre Avenida Callao, mi celular pronto se quedará sin batería pero aún así entro nuevamente a WhatsApp, chequeo los mensajes y ya no me siento más sola. Eglé Flores de Chile me escribe para saber cómo va la votación, Dainerys Machado de Cuba me envía fuerzas, dos mujeres que conocí en El Salvador me dicen que el debate que se instaló a partir de este proyecto es un ejemplo para América Latina.
No importa la distancia, estamos juntas pienso.
JUEVES 14, 7.30 HORAS (BUENOS AIRES)
Las redes sociales nos informan que vamos abajo y nuestros rostros ya no son los mismos que desde hace unas horas, además de estar cansadas nos sentimos desanimadas por lo que pueda llegar a pasar dentro del Congreso de la Nación. Los campamentos que se armaron en la madrugada comienzan a levantarse, las banderas están recostadas sobre el asfalto, las mujeres comienzan a contar cuánto dinero tienen encima y si trajeron su tarjeta para volverse en transporte público.
“Estoy muy triste”, expresa María del partido bonaerense La Matanza.
Al igual que muchas mujeres durmió en la calle durante la #Vigilia13J, se aguantó el frío envuelta en una frazada y tomando mate con todas sus compañeras, a las que les parece injusto irse a sus casas sin una resolución favorable bajo el brazo. Demasiados grupos emprenden la retirada alrededor de las 8 am; sin embargo los pañuelos siguen firmes en sus cuellos, en sus manos y en sus mochilas, entonces pienso que podrán quitarnos las esperanzas pero jamás las ganas de luchar.
El colectivo a Urdinarrain sale en dos horas, me despido de una jornada histórica, poderosa y conmovedora.
Subo una historia en Instagram: El aborto será ley, SERÁ #Vigilia13J.
No agarro mas mi celular durante una hora y media. De pronto el móvil vibra sobre la mesa en que escribía estas líneas. Era un mensaje de una amiga mexicana:
━Flor, querida, se aprobó, ¿si viste?, ¿si alcanzaste a ver?
━AY LLORO ?
Estoy rumbo a Urdinarrain, son poco más de las 10 am, no me aguanto el llanto. Esto significa que el debate se traslada al Senado de la Nación, donde hay más resistencia. No importa, ahí estaremos en la calle otra vez. El patriarcado se va a caer, se va a caer.
Una vez más tomo mi celular, pero esta vez abro Twitter:
“¡Media sanción! El #AbortoSeráLey” ?.