JESSICA BADILLO | @MasQueUnaHincha
La entrega de los premios The Best esta semana en Milán no solo sirvió para reconocer a Megan Rapinoe como la mejor jugadora del año, a Jill Ellis como la mejor entrenadora y a Sari van Veenendaal como mejor portera; sino también fue el marco para la Conferencia del Futbol de la FIFA 2019, en donde el presidente de esta organización, Gianni Infantino, anunció cinco propuestas para el avance del fútbol femenil.
Dentro de estas propuestas se encuentra la ampliación del Mundial Femenil de 24 a 32 selecciones que ya se ha aprobado y la cual permitirá extender el número de partidos que se llevarán a cabo antes y durante la máxima competición del futbol.
También reiteró la propuesta de llevar a cabo una Copa de Naciones donde las selecciones competirían a nivel regional y el Mundial de Clubes que se comenzará a llevar a cabo cada año a partir de 2021. Aunado a esto, anunció una fuerte inversión monetaria de parte de FIFA para el desarrollo del futbol femenil.
El propósito de estos anuncios tiene que ver con generar el interés por parte de los clubes y federaciones para aumentar su inversión y comenzar a generar proyectos femeniles con la misma seriedad que los varoniles, así como demostrar con el ejemplo que es posible obtener todo tipo de ganancias de un equipo o competición femenil.
Todo esto para cerrar el que probablemente haya sido el verano más importante para el fútbol femenil, comenzando desde antes del Mundial de Francia 2019, cuando la selección estadunidense demandó a su federación en busca de igualdad de condiciones y sentó un precedente histórico en la lucha por la equidad salarial.
Después vino el Mundial, en donde Francia y la FIFA nos enseñaron que se le puede dar la misma importancia a una competición femenil y obtener resultados igual de valiosos como imponer récords de asistencia y audiencia. Pero sobre todo, darle a entender al mundo que el fútbol femenil viene en serio y llegó para quedarse, que se están dando los pasos adecuados para cimentar la creación de un fútbol para todos.
Si la organización mundial con más países miembros que la ONU nos está diciendo que hay que poner atención al fútbol femenil, ¿quiénes somos nosotros para opinar lo contrario? Si FIFA está poniendo el ejemplo con acciones y resultados reales, ¿qué pretexto le vamos a poner? ¿Qué nos falta para aceptar que el fútbol femenil es igual de valioso que el varonil y por lo tanto requiere de las mismas oportunidades y condiciones?
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