JESSICA BADILLO | @MasQueUnaHincha
El Apertura 2019 está por terminar en la Liga MX Femenil, no sin antes regalarnos una nueva edición del Clásico Regio, esta vez en la final.
Nuevamente los dos equipos de Nuevo León demuestran su superioridad en la categoría al estar por jugar su tercera final en las próximas semanas.
No debería de sorprendernos que los dos mejores equipos del torneo hayan llegado a la final, Rayadas terminó en el primer puesto de la tabla general con 48 puntos, mientras que Tigres llegó en segundo con 43. Jornada a jornada ambos equipos mostraron su superioridad y la regularidad con la que se han mantenido en torneos recientes.
El hecho de que estos dos equipos sean los más regulares desde la creación de la Liga, habla del nivel al que se está jugando. Ya no es la liga nueva donde no sabíamos qué iba a pasar o donde solo las instituciones que tradicionalmente habían invertido en equipos femeniles, tenían oportunidad de ganar.
Me atrevería a decir que la nuestra es una liga que poco a poco se va adaptando y que va creciendo a la par del desarrollo del futbol femenil mundial. Con altas y bajas pero que se está empezando a consolidar en cuanto a su nivel y al interés que genera en la afición.
Pero no sería el futbol mexicano sin un poco de controversia: la final de ida, siendo Tigres anfitrión, se programó para viernes a las 21:05 horas, justo después de la final de ida del Ascenso MX y sin tener en cuenta que Tigres juega como local en lunes.
Hasta el miércoles 27 no se sabe el horario de la vuelta ya que los directivos esperarían a ver el resultado de los equipos varoniles que juegan liguilla a partir de esta semana.
Esto último supone una gran molestia para aficionados y sobre todo para los medios de comunicación que deben viajar para cubrir la final y que no pueden asegurar la fecha de su regreso, si don dos viajes o uno solo, o si se quedarán tres días o una semana en Monterrey.
Entiendo perfectamente las cuestiones de logística y seguridad que implican los partidos de liguilla y en este caso la final; no se trata de eso. Se trata de que para los directivos una final femenil todavía no se compara con la liguilla varonil. ¿Por qué no priorizar la final, insisto, la final por el título, en lugar de esperar a ver cómo les va a los equipos varoniles en cuartos de final?
No me queda duda que sea cual sea el día, la afición estará apoyando y tendremos grandes asistencias. También me queda claro que el futbol femenil todavía no es una prioridad para los directivos, en su gran mayoría hombres de más de 50 años, que parecen estar desconectados del contexto mundial.
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