JESSICA BADILLO | @MasQueUnaHincha
Hace unas semanas Megan Rapinoe ganó el Balón de Oro y se convirtió en la segunda mujer en hacerlo después de Ada Hegerberg. El premio que en su versión varonil fue entregado a Messi, es votado por la revista France Football.
En entrevista para la publicación, la jugadora del Seattle Reign llamó a Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Zlatan Ibrahimovic a participar y alzar la voz ante los problemas de racismo y sexismo en el futbol.
Rapinoe ha llamado la atención más allá de sus logros futbolísticos por hablar acerca de temas de actualidad y utilizar su fama para denunciar injusticias, no solo en su deporte, sino en su país.
Este tipo de acciones no son tan comunes con los jugadores de fama mundial, algunos de los cuales no solo no apoyan causas justas sino que tienen ciertas denuncias en su contra como Cristiano Ronaldo y Neymar que han sido acusados de violación en este año.
Ni siquiera Messi se salva, el jugador ha sido empañado por denuncias de corrupción en su fundación y evasión de impuestos. Y ni hablar de Maradona, cuya vida recientemente ha sido un escándalo, desde los abusos a su ex pareja hasta su comportamiento grosero con los niños en Culiacán.
A lo largo de la historia hemos tenido jugadores activistas que escogen causas, en ocasiones de forma obligada, cuando alcanzan cierto nivel de fama. Hay jugadores que se politizan pero ninguno ha hablado acerca de la igualdad de condiciones en el futbol femenil y varonil.
Nadie se ha arriesgado como la selección femenil estadounidense que demandó a su federación meses antes del Mundial. O como Maca Sánchez que logró contratos de trabajo para las jugadoras argentinas.
Hace algunos meses los jugadores del primer equipo de Veracruz denunciaron las condiciones en las que desarrollaron el torneo y entre eso incluyeron la denuncia por parte del equipo femenil que no contaba con pagos y con instalaciones adecuadas. ¿Por qué esperar a que les pase a ellos para denunciar algo que ya conocían? ¿Perderían algo estos ex seleccionados nacionales?
“¿Tienen miedo de perderlo todo?”, preguntó Rapinoe en la entrevista. La diferencia es que las figuras mundiales de futbol varonil no pierden nada. Pueden hablar y hacer lo que quieran, desperdiciar ese privilegio en cosas sin importancia y sus contratos deportivos y comerciales seguirán intactos.
La prueba está que el mismo Cristiano Ronaldo, acusado de violación, que no ha perdido sus patrocinadores y que, al contrario, ha sido protegido por su equipo (recordemos que Juventus eligió no viajar en verano a Estados Unidos por miedo a que CR7 fuera aprehendido por la justicia local, debido a una demanda por violación interpuesta en ese país).
¿Saben quién sí podría perderlo todo? Megan Rapinoe quien denunció a su Federación, al presidente de su país y a las propias autoridades deportivas. Ella sabía que podía ser sancionada, cesada de sus actividades y hasta silenciada pero nada de eso importó; hoy en día se alza con el premio The Best y el Balón de Oro sobre una plataforma de activismo y éxitos deportivos.
¿Dónde están los jugadores que tanto se preocupan por sus aficionados y que tanto aman su deporte? ¿Acaso no les gustaría que fuera un lugar donde todos tuvieran las mismas oportunidades que ellos?
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Fotografía de portada: francefootball.fr