Por Jorge Montejo de El Nuevo Gráfico
Quizás Peña Nieto sea el presidente con mayor desaprobación social de la historia de México, ni ciudadanos ni empresarios están satisfechos con su actuación y la imagen que Televisa le creó de político eficiente y capaz ya se diluyó quedando la de un político mediocre pero peligroso porque su incapacidad la ha suplido con el uso de la fuerza y la violencia de policías y soldados contra todo aquel que está en contra de su gobierno.
Son 29 entidades del país y la Ciudad de México, las que han vivido un inicio de año sin descanso. Bloqueos carreteros, marchas, plantones en instalaciones de Pemex y toma de gasolineras. En Jalisco, donde unas 3 mil personas salieron a las calles en contra del gasolinazo, las protestas se tornaron más agresivas: se reportaron cinco detenidos y la manifestación fue dispersada con gas lacrimógeno. En Edomex, Chihuahua e Hidalgo, los bloqueos a carreteras duraron horas, en el municipio de Tulancingo, varias gasolineras fueron tomadas por la ciudadanía.
Las protestas esbozan un nuevo frente contra Enrique Peña Nieto, que a dos años del fin de su mandato vive sus momentos de más baja popularidad y un reclamo constante: llegó a la Presidencia con promesas muy puntuales, y las mantuvo para lograr, por ejemplo, las reformas estructurales. Pero no las ha cumplido. Y una de esas era combustibles más baratos.
Peña Nieto mintió y nos envío al despeñadero a todos, México vive una crisis sin precedentes y el Presidente no tiene autoridad moral para enfrentar el problema.