Después de cinco meses de estar cerrado el Hotel Taselotzin, este fin de semana reabrió con la implementación de las medidas sanitarias para evitar la propagación de Covid-19. La apertura se dio con el 30% de su capacidad, además de extremar medidas en el restaurante y con el cierre de espacios comunes como el temazcal.
La cofundadora del hotel, Rufina Villa, dijo que comenzaron con los proyectos de venta de artesanías, medicina tradicional y cubrebocas hechos por mujeres de las comunidades de Xiloxochico y Chicueyaco.
En los primeros días de la pandemia, las mujeres nahuas aprovecharon para hacer rehabilitaciones en el predio del hotel que administran bajo la figura de cooperativa.
El ahorro de las cooperativistas les permitió “cubrir la paga del personal hasta junio, mes en el que se decidió hacer turnos para no dejar totalmente cerrado al hotel”, afirmó Rufina.
Actualmente trabajan unas 13 o 14 personas, algunas en tiempos completos y otras en medias jornadas en el hotel. De esta labor dependen más de 100 familias. Como respuesta a estos tiempos pandémicos, las socias recibieron despensa y maíz como anticipo de sus utilidades a finales del mes de abril.
Las cooperativistas, Rufina Villa y Juana Chepe, mencionaron que en Cuetzalan hay pocos casos de coronavirus; sin embargo, las mujeres del Hotel Taselotzin no quieren una reapertura desordenada, sino más bien escalonada para evitar un rebrote y que no haya una repercusión en la salud.
Añadieron que los requisitos para la reapertura “lo vamos haciendo poco a poquito”, además de tener mucho cuidado con la sanitización de las habitaciones, entre otras medidas implementadas. Rufina Villa hace la invitación a visitarlas “para que se pueda reactivar la economía en el municipio”.
