CARLOS GALEANA | @CarlosGaleanaB
En Puebla, gran parte de la población LGBTTI no puede mostrar abiertamente su orientación sexual por miedo a ser víctima de violencia y discriminación.
De acuerdo con el “Primer Diagnóstico de Problemáticas LGBTTTI”, elaborado por la Secretaría para la Igualdad Sustantiva de Género del municipio de Puebla, ocho de cada 10 personas que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales o transgénero han sufrido algún tipo de acto discriminatorio en espacios públicos como parques, plazas, museos, centros culturales, hospitales e instituciones gubernamentales.
Para el activista Tuss Demian Fernández, la gravedad del tema empeora al percatarse que sólo el 40% de las personas LGBTTI reciben atención en los servicios de salud pública y a 15% se le niega algún servicio médico.
“El 31% de la población encuestada ha sufrido discriminación por su identidad de género u orientación sexual y un 23 por ciento ha recibido maltrato por el personal de salud. Las cifras no son nada halagadoras”.
Por otra parte, el académico Manuel Méndez Tapia sostiene que esta situación además de ser histórica, y estructural también es diferenciada debido a que dentro de este sector poblacional las mujeres trans son aún más vulnerables.
“Las mujeres trans, especialmente las que ejercen trabajo sexual, suelen vivir en condiciones de precariedad económica y sanitaria, además, son violentadas por la policía”, mencionó.
La encuesta —aplicada a 208 integrantes de la comunidad LGBTTI que radican en la capital del estado— también revela que el temor y la segregación suceden en círculos nucleares como la familia, ya que 26% tiene que ocultar su identidad de género, 11% ha sido corrido/a de su casa y más del 50% ha sido violentado/a por algún familiar.
Ante este panorama, Víctor Manuel Terán Sánchez, jefe de Departamento de Diversidad Sexual, destaca que realizar este diagnóstico es clave para implementar un plan que prevenga y erradique todo tipo violencia en las instituciones.
Entre las acciones planteadas se encuentra propiciar la sensibilización de las y los servidores públicos del Ayuntamiento de Puebla, promover el derecho a la salud integral de la población LGBT+ y reforzar algunos decálogos que se han creado en los últimos meses.
“Uno de los retos más grandes para comenzar a atender los temas arrojados en el diagnóstico es que nuestro municipio es sumamente conservador y la voluntad no habita en todas las personas”, consideró Terán Sánchez.
Tras presentar los resultados del diagnóstico, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco calificó este trabajo como una muestra de convicción por transformar las condiciones que sistemáticamente han enfrentado las personas LGBT en el municipio.
Las cifras presentadas por la dependencia municipal no son distantes de lo que señala la última Encuesta Nacional sobre Discriminación elaborada por el iNEGI: en Puebla 6 de cada 10 personas no están de acuerdo que personas del mismo sexo vivan juntas como pareja y apenas 39.3 por ciento de la población manifiesta estar de acuerdo con la adopción por parejas LGBT, además, 47% no estaría de acuerdo con que uno de sus hijos/as contrajera matrimonio con alguien de su mismo sexo.
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