En nuestra columna invitada, compartimos tres piezas de poesía de Martín Amaru Barrios. Los primeros dos poemas fueron escritos a principios de los noventa, mientras que “Nicotina y Alquitrán” está inspirado en Miguel Hernández, tío del autor.
MARTÍN AMARU BARRIOS HERNÁNDEZ
Donde las calles no tienen nombre
El puerto de salida: esta polvosa ciudad
La hora de partida: ahora mismo si es preciso
El destino: el delirio, el placer y el infierno
El precio: ¿Hay arrepentimiento ante un viaje sin regreso?
No hay bien que por mal no venga
Ni palabra que lo detenga
Una rola de los Stones me lo recuerda
El horóscopo de un periodicucho lo receta
Tu ausencia rememora el canto de una sirena
Un pequeño pájaro en el mercado lo revela
Elige con el pico un papelito
Y el destino sella
Invoca tu nombre el brujo
Lo escribe con rescoldo en tierra
Pronuncia lengua argótica
¡Que regrese! ¡Que no se detenga!
Los males son arrancados por tu voz
Tu cabellera me detiene, me petrifica
Eres tú, la revelada maga
Medusa, sirena, aguamala.
Campamento de Gitanos
La luna es un diente de ajo
el corazón del dragón
la cerradura de la soledad
la cadena de la noche
La lámpara de tus sueños
un trozo de cebolla
aquel monstruo hechizado
la brújula de los sonámbulos
El circo de las muecas
el cacomixtle que te arrebata el sueño
una lágrima resbalando por tus mejillas
la barranca de tu dolor
La casa de los duendes
la risa de tus delirios
un conejo reincidente
la casa de la medianoche en llamas
Un campamento de gitanos
la transmutación de tu alma
el azogue de los suicidas
la consagración de los ancianos
La cábala de los desahuciados
la clepsidra de tus besos
el augur de tu palabra
el calendario de tu desprecio
El color de tu ausencia
la insistencia de los necios
la nave de los locos
el espejo de tus insaciables vicios.
Nicotina y Alquitrán
No es el tiempo
quién habla y hace ruido
es el vacío que se provoca
el no tener eco en quién se invoca
También Duke Ellington
Y el tío que todos tenemos
que bebió mucho y se murió
el jueves pasado, sin aguacero, pero dejando muchos recuerdos
Era negra la bicicleta
que lo llevaba del trabajo a la cantina
y viceversa
Se divirtió en la vida
Pérez Prado, California Dancing Club y el mambo
Café negro y el Número Cinco
Tabaco humeante de olor denso
Los recuerdos son como las canciones
Vienen flotando por el aire
Pasan debajo de las puertas
Banda sonora de los mejores días
Lo inhaló el cigarro
El danzón y el guaro
Muchos brindis en la vida
Mariachis de despedida.