Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 también quedarán marcados en la historia por su diversidad y visibilizar la salud mental de lxs atletas.
MARIO PASTEN | @MARIOPASTENAVE
Tokio 2020 será recordado como uno de los Juegos Olímpicos más relevantes de la historia por muchas razones. Por ejemplo, se llevan acabo en plena pandemia y se han roto muchísimos récords que hablan de la nueva élite deportiva.
Pero más allá de eso, atletas de distintos países han puesto sobre la mesa discusiones que van más allá de lo deportivo: Salud mental, inclusión y diversidad sexual son algunos de los temas.
La importancia de la salud mental
La gimnasta Simone Biles era una de las deportistas a seguir en Tokio 2020, su salida de dos finales con el fin de cuidar su salud mental mostró que las y los atletas de alto rendimiento también pueden ser vulnerables.
“No somos solo atletas. Somos personas al fin y al cabo, y a veces hay que dar un paso atrás”, dijo Biles al abandonar los Juegos Olímpicos.
La noticia generó diversas opiniones en todo el mundo: Mientras algunas personas en redes sociales la criticaban o llamaban “débil”, otras optaron por aplaudir el acto y destacaron su valentía por hablar de manera pública.
Para el periodista deportivo Alberto Lati, la noticia abrió un debate indispensable.
“Simone Biles, como antes Naomi Osaka, abre un debate indispensable. Exigencia. Ansiedad. Salud mental. No porque otros portentos del deporte hayan aguantado todo (o fingido aguantar) esperemos que lo haga cada ubo. Empecemos por respetar a los atletas como los individuos que son”, escribió en Twitter.
Fuera de Juegos Olímpicos, la tenista japonesa Naomi Osaka, quien fue encargada de encender el pebetero en estos Tokio 2020, decidió retirarse del abierto de Wimbledon semanas atrás por la misma razón.
Por otra parte, en febrero de este año, el exfutbolista uruguayo Santiago “Morro” García, se suicidó debido a una fuerte depresión.
La salud mental no es un juego, y el hecho de que estrellas tan importantes como el caso de Biles hayan dado la cara manifestando que no se encuentra bien mentalmente, abre el panorama para que atletas de alto rendimiento se liberen de estos tipos de situaciones y puedan hacer una mejor labor deportiva.
Diversidad sexual e inclusión
Las declaraciones de Thomas Daley tras ganar su primera presea dorada en sus terceros Juegos Olímpicos han hecho que personas homosexuales se atrevan a participar en la élite del deporte.
“Me siento increíblemente orgulloso de decir que soy gay y también campeón olímpico. Cuando era más joven, pensé que nunca lograría nada por ser quien era. Ser campeón olímpico ahora solo demuestra que puedes lograr cualquier cosa”, dijo el atleta tras coronarse.
En el softból, también se vivieron momentos importantes. Amanda Chidester y Anissa Urtez, participaron en el encuentro que se registró entre México y Estados Unidos dejando de lado su matrimonio de poco más de un año para dar su mejor esfuerzo por la medalla. El encuentro terminó 2-0 en favor de Estados Unidos, selección que terminó colgándose la presea de plata.
Eso no es todo, en la selección canadiense de futbol femenil también destacó la participación de Quinn, jugadora trans no binarie y capitana del equipo, quien busca su pase a la final ante la selección de Estados Unidos.
Otra persona trans participando en Tokio 2020 es Laurel Hubbard, quien representa a Nueva Zelanda en la disciplina de halterofilia con 43 años de edad. El 2 de agosto competirá en la categoría femenil mayor a 87 kilogramos.
Niñas rompiendo estereotipos
El skateboarding, uno de los nuevos deportes olímpicos, tuvo como ganadoras en la categoría femenil a tres menores de edad: Momiji Nishiya y Rayssa Leal, de 13 años y Funa Nakayama, de 16.
Las atletas olímpicas rompieron todos los estereotipos que rodeaba el patinaje de calle y han comenzado a inspirar a más niñas a practicar este deporte.